Especial: Deals del 2014. La compra del proyecto Las Bambas implicó la participación de asesores peruanos en uno de los deals más grandes a nivel mundial.
Ser el deal más grande en la historia del Perú es apenas el primero de los hitos de la adquisición del proyecto minero Las Bambas. Los US$7,005 millones también lo convierten en el M&A más grande de un proyecto minero greenfield (no en operación) en la historia de la industria minera mundial. Incluso para China es una operación destacada: es la segunda adquisición más grande de un activo minero de su historia. Fue el cross border deal más grande de Asia del 2014.
El tamaño del activo hizo de su adquisición un gran desafío. Cuando inicie operaciones en el 2016 será una de las minas de cobre más grandes del mundo, con 400,000 toneladas de cobre por año. Pero el fin del ‘superciclo minero’ de altos precios de los metales acortó la lista de postores, pues muchos están enfocados en recortar costos. “Las grandes mineras que hace tres años podían hacer adquisiciones [como ésta] hoy no compran“, explicó un banquero de inversión que participó en la transacción. Los interesados se agruparon en consorcios para dividirse el alto costo de la adquisición.
Pese a ello era un proyecto sumamente atractivo. “Es raro que un activo como éste se pusiera en venta”, declaró hace unos meses Nick Myers, consejero general de MMG, empresa que lideró el consorcio ganador. Efectivamente la venta no fue voluntaria sino forzada: la agencia de competencia de China, preocupada por el poder en el mercado de cobre que Glencore tendría tras fusionarse con la minera Xstrata, obligó a Glencore a deshacerse de un activo de cobre importante como requisito para aprobar la fusión.
Hubo postores de Asia, Estados Unidos, Europa e inclusive América Latina, pero siempre se esperó que una empresa estatal china resultara ganadora, dado el poder del regulador chino y su disposición a comprar pese a la coyuntura, apoyada por el financiamiento de su gobierno (SE 1379). Los dos consorcios más fuertes fueron liderados por MMG (cuyo accionista principal es la estatal China Minmetals) y Chinalco –que opera el proyecto Toromocho–, aunque también hubo un consorcio norteamericano que involucró a la canadiense Teck.
A finales de noviembre del 2013, Chinalco se retiró del proceso y en abril MMG anunció la compra. La estrategia de MMG es agresiva dada la caída de precios de los metales, pero detrás existe una visión de largo plazo para un proyecto con enorme potencial (apenas 10% de la concesión ha sido explorado). Tal vez por ello el precio final estuvo en la parte alta del rango esperado.
El tamaño no fue el único desafío. Glencore no conocía el proyecto en detalle, pues éste pertenecía a Xstrata y recién pasó a sus manos tras la fusión. Glencore debió hacer un due diligence interno antes de iniciar la venta. Segundo, Las Bambas estaba integrado a nivel legal y técnico con otros proyectos cercanos a Xstrata. Fue necesario formar una nueva empresa que aislara el proyecto en venta. Tercero, la venta se dio en plena construcción del proyecto. El nivel de avance fue un aspecto clave de la negociación, pues existían riesgos de retrasos y sobrecostos. De hecho MMG recientemente ha retrasado el inicio de producción al 1T16 y aumentado la inversión del proyecto de US$5,900 millones a US$10,000 millones, aunque ello también se debe a un reperfilamiento del proyecto.
El financiamiento de la compra también fue histórico para el Perú, no sólo por su tamaño, sino también por la participación de los bancos chinos más importantes. Ello sienta un precedente para futuros financiamientos de estos bancos en el país.
Semana Económica
Solo que por la garantìa que el Estado peruano otorga por contratos Ley que no podràn modificarse las reglas de juego, eso en cristiano significa que quien saca ventajas es el inversionista y menos beneficios para el Perù.