cobre

El 2015 inició con mal pie para los países productores de materias primas.  Así, mientras los exportadores petroleros siguen conmocionados por el desplome del precio del crudo (-57%), los países mineros miran con preocupación el repliegue de la cotización del cobre, que ha cedido 12% en lo que va del año y 24% en el último semestre. Si esta tendencia se mantiene, ¿cuál será su impacto en el país, considerando que el metal rojo es nuestro primer producto de exportación?

juan Carlos Guajardo, ex presidente del Centro de Estudios del Cobre y la Minería (Cesco), apunta que los grandes exportadores cupríferos, como el Perú y Chile, deben estar atentos al indudable golpe sobre las cuentas fiscales (menores impuestos y canon), y al efecto negativo en las expectativas de inversión y consumo, que se trasladan, finalmente, al resto de la economía.

“El tema de fondo es  que el Perú no va a tener una oferta minera diversificada por los próximos tres años. Nuestra producción y la mayoría de proyectos que vienen en camino están concentrados en el cobre”, explica Marco Antonio Zaldívar, socio de EY (otrora Ernst & Young).

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Sin embargo, el economista opina que el cuantioso incremento en la producción de este metal en los próximos tres años (89%) compensará con creces el declive en el precio, de tal manera que “la economía recibirá más dólares por exportación de cobre”, afirma.

Según el Instituto Internacional de Estudios del Cobre, el Perú será el país que más aportará a la oferta cuprífera mundial, con casi un cuarto de los 5,8 millones de toneladas adicionales proyectadas al 2017.

el cobre en cifras

LUZ VERDE A PROYECTOS
Si el precio del cobre sigue bajando, empero, el efecto negativo se reflejará en el recorte de los programas de exploración y en la demora de los proyectos que hoy aguardan luz verde para ser construidos, advierte Guajardo.

“Esto afectará los proyectos futuros, cuyo desarrollo y construcción se decidirán este año, como es el caso de La Granja, de Rio Tinto, y Quellaveco, de Anglo American”, señala José Luis López, coordinador del Grupo de Diálogo en Minería.

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En efecto, Rio Tinto tendrá que decidir en abril próximo si reactiva o posterga La Granja (Cajamarca), proyecto de 500 mil toneladas de cobre que destaca como el más grande en etapa de exploración que existe en las Américas.

La británica pausó el desarrollo de este proyecto a fines del 2014, debido a restricciones de presupuesto. Ahora es presionada por las comunidades cajamarquinas que exigen su reanudación.

Similar dilema enfrenta el directorio de Anglo American, que se reunirá en mayo próximo para dirimir si da luz verde a la construcción de Quellaveco (Moquegua). La minera decidió optimizar los componentes principales de este proyecto tras advertir que su costo escaló de US$3.300 millones a US$6.000 millones, luego de estar paralizado varios años.

La caída continua del precio del cobre influiría negativamente en las decisiones de inversión de estas empresas. “Sin embargo, las compañías mineras no tienen que perder de vista que deben estar siempre preparadas para tomar decisiones contracíclicas y de largo plazo, a fin de aprovechar el ciclo alcista que volverá en dos años”, sentenció Guajardo.

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COBRE PETRÓLEO CAEN JUNTOS
Los analistas mineros argumentan que la caída del precio del cobre ha sido motivada por la sobreoferta de este mineral en el mundo. Sin embargo, Juan Carlos Guajardo no está de acuerdo con esta apreciación.

“La sobreoferta ha dejado al cobre en condición de vulnerabilidad frente a otras materias primas, pero no es la causa que explica su descenso”,  argumenta.

En su opinión, el factor fundamental que explica esta caída es el desplome del precio del petróleo, que ha generado una pérdida de interés masivo en el mundo financiero. “Esto ha hecho que se vea como menos atractivo a los commodities en general”, sostiene.

El Comercio