Las altas condiciones impuestas por Graña y Montero habrían desincentivado el regreso más inmediato que la empresa estatal para explotar crudo.
Carlos Bessombes
Hoy vence el plazo para que Petroperú y Graña & Montero lleguen a un acuerdo sobre la asociación que podrían conformar para operar los lotes III y IV en Talara, constituyendo así el regreso más inmediato que tiene la petrolera estatal para volver a la explotación de crudo luego de más de 20 años de ausencia forzada.
Fuentes cercanas a Petroperú comentaron a La República que en la última reunión del directorio de la estatal celebrada la semana pasada, el tema no se trató, descartando las declaraciones del ministro Eleodoro Mayorga, quien señaló que se estaban estudiando los escenarios para que Petroperú entre en esta asociación.
De acuerdo con las bases del concurso para la entrega de estos lotes, antes operados por Interoil, si ambas empresas no llegan a ponerse de acuerdo o si Petroperú comunica su intención de no participar, el contrato se firmará solo con Graña y Montero.
Perupetro, la agencia estatal encargada de la promoción de inversiones en el sector, adjudicó por 30 años ambos lotes petroleros a Graña y Montero Petrolera el 12 de diciembre del 2014 en un cuestionado proceso donde solo participó un solo competidor calificado.
Asimismo, se pudo conocer que Perupetro tiene todo listo para que la minuta del contrato se firme la próxima semana, no obstante si en las próximas horas el directorio de Petroperú manifestara su interés de participar deberá ser calificada por Perupetro tras lo cual recién se firmaría el Joint Venture entre ambas empresas.
Sin embargo, fuentes del sector advirtieron que G&M puso como condición a Petroperú, si desea asociarse, que deberá participar con su propio dinero en los 560 pozos de desarrollo que como parte del programa mínimo de trabajo se perforarán en ambos lotes en los próximos diez años.
Este requisito impuesto por G&M impediría, casualmente, que se realice una asociación, pues como se recuerda Petroperú está impedido por la ley 30130 (impulsada por el ex ministro Luis Miguel Castilla) destinar recursos a otros proyectos que no sea el proyecto de Modernización de la Refinería de Talara (PMRT).
Asimismo desestimaría la opción sugerida por el titular de Energía y Minas, que Petroperú pague su asociación con la producción futura de esos campos petroleros. “Pero G&M, convenientemente, le ha dicho Petroperú que no lo pueden financiar y que entre con su plata”, refirió la fuente.
Se conoció, además, que la propuesta de Petroperú era de participar en la producción vieja y en los pozos de desarrollo determinados en la base del concurso (9 por año en el lote III y 5 por año en el lote IV, durante 10 años).
Debe anularse
De otro lado, un hecho que alertó Juan Castillo More, presidente de la Coalición de Sindicatos de Trabajadores de Petroperú, son los serios cuestionamientos a los que vienen siendo sometidos los procesos de licitación en los lotes III y IV.
La crítica a la que hace mención pasa porque G&M acreditó como suyos pozos perforados a terceros (como empresa de servicios para otras petroleras) pues las bases del concurso exigía a todos los postores haber perforado 90 pozos de desarrollo (en el caso del lote III).
“Se debe anular el proceso o el otorgamiento de la buena pro. No se debe firmar ni formalizar nada mientras no se subsanen los cuestionamientos a esta empresa”, sostuvo.
CLAVES
Según las bases de la licitación, Petroperú puede ingresar hasta con 25% en los lotes III y IV.
Se estima que las inversiones totales a desarrollarse en ambos lotes serán alrededor de US$ 630 millones.
Según el Ministerio de Energía y minas (MEM) el regreso al Upstream era la decisión siguiente más importante (del gobierno) para Petroperú.
La República