Los productores de petróleo de Rusia han fortalecido su posición en Asia al proveer casi un 25% más de crudo este año, convirtiendo el equilibrio de poder en uno de los pocos aspectos positivos del mercado global y obstaculizando los esfuerzos de la OPEP por obtener clientes.
China y Corea del Sur registraron el mayor incremento en las importaciones rusas, según los datos. Dada la proximidad de Rusia a importantes compradores de crudo en el norte de Asia, el país puede exportar crudo en buques a través de la isla Sakhalin y en oleoductos que van directamente a China o desde el puerto ruso de Kozmino en el Mar de Japón.
Otra ventaja para Rusia ha sido la caída de más de un 50% en el valor del rublo frente al dólar desde mediados del 2014, reduciendo los costos de producción en los mercados petroleros internacionales que negocian en dólares.
Dentro de la Organización de Países Exportadores de Petróleo (OPEP), Irak ha sido el triunfador, elevando sus suministros a Asia en un 25% gracias a una producción récord y a fuertes descuentos que ilustran cuán intensa se ha vuelto la guerra de precios para los clientes incluso dentro de la OPEP.
Fuente: América Económica