pepitas de oro

Un equipo internacional de geoquímicos ha descubierto por qué el oro se concentra junto al arsénico, un fenómeno que explica la formación de la mayoría de los depósitos del metal precioso.

En una presentación en la Conferencia anual Goldschmidt, organizada por la Sociedad Geoquímica de Washington, los investigadores explicaron que, aunque parte del oro se encuentra en forma de pepitas, una cantidad apreciable está ligada a minerales que contienen hierro y arsénico, como la pirita y la arsenopirita. Estos minerales actúan como una esponja y son capaces de concentrar el oro hasta un millón de veces más de lo que se encuentra en otros lugares de la naturaleza.

Pero cuando se une a algo más, el oro se vuelve invisible a simple vista. Por ello, el equipo científico estudió la acción de los minerales concentradores de oro utilizando un intenso haz de rayos X producido por el Sincrotrón Europeo (ESRF) de Grenoble (Francia).

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Descubrieron que cuando los minerales están enriquecidos con arsénico, el oro puede entrar en los sitios estructurales del mineral uniéndose directamente al arsénico, formando, químicamente hablando, enlaces de Au(2+) y As(1-). Este proceso permite que el oro se estabilice en el mineral. Sin embargo, cuando la concentración de arsénico es baja, el oro no entra en la estructura del mineral, sino que sólo forma débiles enlaces oro-azufre con la superficie del mineral.

“Nuestros resultados muestran que el arsénico impulsa la concentración de oro. Esta bomba de oro impulsada por el arsénico explica cómo estos sulfuros de hierro pueden capturar y liberar oro de forma masiva, controlando así la formación y distribución de los yacimientos”, dijo en la conferencia el investigador principal, Gleb Pokrovski.

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“En términos prácticos, esto significa que facilitará la búsqueda de nuevas fuentes de oro y otros metales preciosos, que se unen a los sulfuros de hierro que contienen arsénico. También puede abrir la puerta al control de las reacciones químicas, y si podemos mejorar el procesamiento del oro, podremos recuperar más oro.”

Pokrovski dijo que el nuevo modelo identifica, a nivel atómico, por qué el oro tiende a encontrarse con el arsénico. Esto significa que los científicos pueden ahora explorar si hay algo que puedan hacer para evitarlo con el fin de minimizar los riesgos para la salud que el metaloide cancerígeno supone para los mineros del oro.

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“Los geólogos, así como los buscadores, saben desde hace tiempo que el oro puede estar asociado a minerales ricos en arsénico y, en las últimas décadas, otros han cuantificado esta asociación”, dijo en el acto Jeffrey Hedenquist, destacado experto en sistemas de oro epitermal y profesor de la Universidad de Ottawa.

“Los hallazgos del Dr. Pokrovski y su equipo ayudan ahora a explicar por qué vemos esta asociación, causada por una atracción a escala atómica entre el oro y el arsénico, con este matrimonio arreglado por la estructura de ciertos minerales”.

Fuente: Mining.com