ProActivo | IPEDHU y la Cámara de Comercio e Industria Peruano-Alemana (AHK), analizaron los pros y contra de las leyes sobre cadena de suministros y derechos humanos, recientemente promulgadas tanto en Perú como en Alemania.
El Excmo. Embajador Enrique Román Morey recordó que Perú aprobó el mes pasado, mediante decreto supremo, el Plan Nacional de Acción sobre Empresas y Derechos Humanos (PNA) 2021-2025, por DS N° 009-2021-JUS.
Al iniciar el 2do Encuentro de Reflexión IPEDHU, el diplomático destacó que la norma es un importante acuerdo consensuado entre el Estado, los gremios empresariales, la sociedad civil, la academia y la cooperación internacional.
El parlamento de Alemania – Bundestag
Coincidentemente, también en junio de este 2021, el parlamento alemán aprobó la ley sobre cadena de suministros y derechos humanos la cual se constituye en un importante precedente en materia regulatoria y con incidencia en países como Perú, que cuenta con gran variedad de productos exportables hacia Alemania.
Para el político alemán, Alexander Kulitz del Partido Democrático Libre de Alemania, la normativa es muy burocrática y eso podría traer más problemas a los empresarios que no están acostumbrados a lidiar con este tipo de inconvenientes. Asimismo, señaló que la nueva ley también tendría implicancias para Perú.
Perú y Alemania
Por su parte, Antje Wandelt, directora gerente de la Cámara de Comercio e Industria Peruano-Alemana (AHK), recordó que las relaciones comerciales entre ambos países están basadas en la confianza y el respeto entre las partes.
“En Alemania manejamos este principio bajo el término de ‘honorable comerciante’, que data desde la edad media y que rige en la Cámara AHK, la cual es parte de una amplia red de Cámaras en el extranjero y está activa en Perú desde hace más de 50 años”, subrayó.
Dijo que la ética comercial también se traslada a través de la cadena de suministro, hasta el consumidor, para lo cual es importante generar mecanismos que permitan transparentarla, y saber las condiciones en las que se desarrolla.
“Perú y Alemania marcan pautas en el mundo con las normas creadas en torno al respeto de los derechos humanos en las cadenas de suministro. Sabemos que no ha sido un camino fácil ni libre de discusión ni de razonamiento y tampoco será fácil su implementación. La transparencia es importante y necesaria para garantizar un desarrollo económico sustentable”, afirmó Antje Wandelt en declaraciones recogidas por ProActivo.
Wandelt destacó que el intercambio comercial comprende a los minerales, que son insumos esenciales para las industrias alemanas dedicadas a la fabricación de maquinaria, automotriz, electrotécnica, tecnología médica, óptica, química y farmacéutica, entre otros.
“Varios de ellos, a su vez, llegan de regreso a las industrias peruanas. Por ejemplo, para la industria minera, agropecuaria y también para forestal”, subrayó.
Ilustró que también que los bienes capitales que se importan de Alemania hacia Perú son el 50% del volumen de las importaciones locales; y por otro lado, “Perú es un impresionante productor agrario”, de alimentos y valiosos insumos para cosméticos y medicinas naturales que en total forman el 30% de la exportación. “Quiere decir que entre ambos existe un 80% de intercambio comercial”, anotó.
“Es importante aprovechar este desafío, darlo a conocer, generar un valor y trabajar en conjunto intercambiando experiencias entre Perú y Alemania”, remarcó.
IPEDHU: La persona es el centro
A su turno, Cecilia M. Flores, presidenta Ejecutiva de IPEDHU (Instituto Peruano de Empresas y Derechos Humanos), recordó que según la norma del PNA, en vigencia desde junio cuenta con 5 lineamientos estratégicos, en donde “la persona está al centro de las decisiones empresariales”.
Se trata de: promoción y difusión de cultura de respeto a los derechos humanos en al ámbito empresarial; el diseño de políticas públicas; mecanismo de seguimiento, monitoreo y evaluación del PNA; promoción de la debida diligencia empresarial; y fortalecimiento institucional.
Confederación de la Industria Alemana – BDI
Por su parte el empresario Sebastian Freimuth, senior legal adviser, law, competition and consumer policy, de la Confederación de la Industria Alemana (BDI), equivalente a Confiep, puso relieve en que el incumplimiento de la reciente norma alemana puede ocasionar sanción por alguna entidad, pero no están claros varios aspectos para poder respetarla.
Explicó que en Alemania, en 2016 empezaron las acciones de implementar diferentes obligaciones voluntarias por los empresarios. Luego pasaron a la fase de consulta de manera práctica, sin presión burocrática, con la idea de proteger de la mejor manera los derechos humanos y asegurar que las empresas de cualquier tamaño puedan implementar esas diferentes obligaciones.
Añadió que tiene que tenerse procedimientos porque lo que es difícil dar cumplimiento cuando uno trabaja con otra compañía que está en la cadena de suministros “porque uno no tiene un contrato con la segunda empresa”.
“La ley no nos responde todavía cómo se tiene que hacer, pero se tiene esa obligación. Incumplir con la ley puede generar sanciones, por ejemplo, no poder trabajar con el gobierno por varios años. Y eso puede significar la bancarrota para una empresa”, acotó Sebastian Freimuth.
El empresario alemán, manifestó que esperan el debate al interior de la Unión Europea, porque la cadena de suministro, es tan amplia que abarca incluso a quienes suministran alimentos a los trabajadores en su refrigerio, lo cual complica el seguimiento.
Merck Perú: Autorregulación
En otro momento, Vanessa Vertiz, CEO de Merck Peruana, destacó la autorregulación para el cumplimiento de derechos humanos en Merck y en su cadena de suministro.
Dijo que Merck Perú tiene un acuerdo de cumplimiento de estándares y principios con relación al cumplimiento de derechos humanos. “El contrato establece que el proveedor cumple con estándares de salud y seguridad, no hay discriminación, tiene estándares laborales mínimos y el cumplimiento de los subcontratistas empleados”, añadió.
“Hacemos extensiva esta responsabilidad no solo a los proveedores directos sino a los proveedores de nuestros proveedores. De esta manera nos aseguramos que no solo cumplimos con nuestros estándares en políticas de derechos humanos dentro de Merck sino también a través de nuestra cadena de suministro”, acotó.
Finalmente, Antjie Wandelt remarcó que la mayor dificultad está en hacer tangible ese cumplimiento de los derechos humanos, mediante mecanismos de medición sin que se convierta en una engorrosa gestión burocrática por la complejidad de la cadena de suministro.