Alfonso Velásquez Tuesta

ProActivo | Alfonso Velásquez Tuesta, socio fundador en Procesadora Perú, y Roque Benavides, presidente de ProUNI, analizan el estado de dicho sector en nuestro país.

El desarrollo del sector agroindustrial y exportador de nuestro país aún tiene mucho potencial por explotar, pero requiere el trabajo en conjunto de autoridades regionales, el empresariado y la sociedad en general. Ya se ha recorrido bastante camino. En las últimas décadas han existido diversos programas que sembraron la semilla para que los productos agrícolas del Perú lleguen a todo el mundo.

En el año 76 o 77 se hablaba de exportaciones no tradicionales, se generaban mecanismos de promoción e incentivos a la exportación. El Banco Industrial tenía un rol decisivo en ese tema y había que transformar, crear nuevas exportaciones más allá del sector agrícola, del café, la caña de azúcar, minerales y harina de pescado. Se necesitaba un cambio en la matriz que genere valor agregado. Sigue siendo hoy una necesidad”, afirmó Alfonso Velásquez Tuesta, socio fundador en Procesadora Perú, durante el evento virtual “Desarrollo Inclusivo Rural: articulación y valor compartido”.

Evolución de la agroexportación

En otro momento, Velásquez señaló que en esos primeros años fue importante desarrollar una alianza con el Estado y el sector agricultor para motivar el desarrollo de la cadena productiva. “El agricultor recibía semillas, asistencia y dinero para el agua. Tuvimos que convertirnos en agro industriales, fue una época dinámica. Era el inicio de estas cadenas productivas. Sin embargo, en el año 1990 el sector exportador nacional pasó por una crisis cuando se perdieron los incentivos y se desmantelaron los mecanismos de promoción y tuvieron que trabajar con el dólar MUC. Muchos quebraron”, recordó.

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Otro hito de la historia del sector agroexportador del Perú fue cuando se desarrolló la alcachofa sin espinas en nuestra sierra. “Ese fue otro boom que se logró en el Perú. Nos correspondió en ese entonces cambiar la costumbre a la nueva variedad sin espinas que tiene demanda mundial. Esta experiencia luego fue movida a Arequipa y Cusco y se convirtió en la empresa exportadora de alcachofas más importante del mundo. Esto involucra mucha mano de obra, alianzas con los agricultores, apoyo de equipos calificados, etc”, dijo Velásquez.

Como parte del recuento a través de la historia, Velásquez destacó la labor del expresidente Alan García, quien decidió crear el programa Sierra Exportadora en 2006 motivado por los logros que el sector estaba obteniendo.

“Es importante compartir lo aprendido en la historia positiva de Sierra Exportadora y Selva Exportadora porque nos ha mostrado buenos resultados y deben incorporarse en el conocimiento no solo de los empresarios sino viéndolo como una experiencia piloto para no empezar de cero. Mirar y tener en cuenta estas experiencias es una forma de fomentar la inclusión e integrarnos. Existen dos millones de unidades de agricultura familiar, debemos integrarlas. Hay mucho que hacer y construir para poder generar negocios”, dijo en declaraciones recogidas por ProActivo.

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Velásquez enfatizó que el objetivo principal es seguir consiguiendo más y mejores mercados en el extranjero. Para ello, indicó que es importante contar con el apoyo de las instituciones que velan por nuestras exportaciones. “La idea es que los productores ofrezcan sus productos a los exportadores. CONFIEP, ADEX, Cámara de Comercio, Perú Cámaras, la Cámara Americana, todas están con muchas ganas de contribuir con esa visión. La demanda está, el mercado exterior está, pero no tenemos la oferta normalizada”, invocó.

“Las mineras que ayuden en la formación de esa oferta deben hacerlo con una visión territorial generando valor compartido, no con visión puntual en función de la necesidad de los destinos de la mina. Hoy nos toca hacer eso, que no es responsabilidad social, no es filantropía, son nuevas formas de negocio donde los líderes de la agroexportación pueden crecer en su oferta, en sus exportaciones involucrando a los grupos organizados”, agregó.

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Roque Benavides: Desarrollo inclusivo

Roque Benavides Ganoza, presidente de ProUNI, señaló que los sectores de agricultura y minería del Perú tienen que estar mucho más integrados entre sí. “Es fundamental esto del desarrollo inclusivo rural, que no solo es la minería, también la agricultura y otras actividades para descentralizar a nuestro país, articularlo y obtener ese valor compartido que tanto necesitamos”; afirmó.

“En el Perú no podemos tener la dicotomía de sector público o sector privado, tenemos que trabajar de manera conjunta, de la mano con el sector internacional y nacional. La industria agrícola, minera, de manufactura, entre otras, tenemos que trabajar juntas para lograr ese valor compartido con la sociedad. Este debe venir con responsabilidad compartida, todos los estamentos de la sociedad, el empresariado, el Estado, la academia, las comunidades, etc asumamos una responsabilidad social con toda la sociedad, valga la redundancia.”, agregó.

El evento, organizado por el Patronato de la Universidad Nacional de Ingeniería, contó con la participación de Mercedes Inés Carazo, asesora del Vicerrectorado de Investigación y post Grado en la UNMSM, y de Ramón Remolina, presidente de la Asociación de Bonistas de la Deuda Agraria del Perú ABDA, como panelistas.