Juan Manuel Rojas presidente de Promigas (Foto: Portafolio)
En la presente entrevista a Juan Manuel Rojas presidente de Promigas, empresa matriz de Gasnorp, Quavii, considera que la masificación del gas natural en el Perú es un “reto enorme”, pues apenas un 11% de la población tiene acceso a esta fuente de energía.
La masificación del gas natural avanza en las regiones. Es el caso de la concesión norte y de Piura. Esta semana, Promigas alcanzó la conexión 175.000 en esta zona del Perú, país que aún tiene un nivel de penetración de apenas 11%. En Colombia el 70% de la población ya cuenta con el energético en casa. El reto es enorme.
¿Cuál consideran el esquema correcto de masificación?
Hay que tener en cuenta las circunstancias de cada país. Cuando uno mira el número de usuarios que hay en el norte del Perú versus los que están concentrados en Lima, lo que uno se pregunta es si se justifica o no la construcción de un gasoducto de Lima al norte del Perú y, por tamaño de usuarios, al final estarías recargando un sobrecosto a los usuarios demasiado alto para construir un gasoducto de 1.000 kilómetros. La alternativa aquí (concesión norte) es sin duda hacerlo a través de camiones como se está haciendo hoy en día porque es más económico y el impacto sobre el usuario final no es tan alto.
¿Perú va en la dirección correcta de la masificación?
Lo que el Perú ha hecho muy bien está asociado a lo avanzado en la tarifa nivelada y eso es algo que tiene que hacerse. Las diferencias socioeconómicas que hay entre centros más desarrollados: Lima versus lo que tenemos en esta zona del país (Piura) o en otras zonas, sin una tarifa nivelada es difícil que esa penetración se haga de forma más rápida. Después, lo del Fise es una herramienta muy efectiva, donde a través de ese tipo de fondos y estructuración de proyectos, se encuentra la forma efectiva para llegar a poblaciones vulnerables.
¿Cuánto llevan invirtiendo en el Perú?
Hemos invertido US$ 350 millones y tenemos por invertir US$ 150 millones más en esta zona norte. Tenemos 175 mil personas conectadas. Hemos completado la conexión 4 mil (en Piura) y la conexión 175 mil (en todo el norte) en un periodo muy corto. Queremos seguir invirtiendo, es nuestro compromiso y necesitamos reglas estables para eso.
¿Les preocupa la crispación política o la ausencia de autoridades clave en el sector energético peruano?
La incertidumbre siempre es un tema con la cual los inversionistas tienen que lidiar, el problema es cuando se prolonga por tanto tiempo. Cuando uno toma la decisión de ingresar a un país, uno no entra con la visión de 4 o 5 años, uno entra con una visión de estar 30 o 40 años y uno sabe que en esos períodos pueden haber gobiernos de distinto color político, lo importante es que las reglas de juego se mantengan. Cuando uno está en un negocio regulado, lo más importante es poder tener capacidad de discusión, de interlocución con el gobierno porque él es tu aliado. Si al gobierno le va bien, a uno le va bien y al país le va bien. Si a uno le cambian las condiciones a mitad de camino, pues allí ya la inversión se ve afectada. Nos gusta Perú porque vemos que históricamente ha respetado las reglas de juego y esa es una condición muy importante para seguir invirtiendo.
¿Qué representa Piura dentro de sus operaciones en la medida que es región productora de gas natural?
En esta región del norte se tuvo la ilusión del gas por 20 años y nunca llegó. Se tuvo una empresa a cargo durante 10 años que no cumplió, que no logró masificar. Nosotros llevamos en la concesión de Gases del Norte del Perú y en Gases del Pacífico, dos años y un año y medio, respectivamente, y tenemos 175 mil personas conectadas. Para la población de Piura el beneficio es que tiene la tarifa más baja de gas en todo el país porque están los recursos locales, desarrollándose y los está usando la población local.
¿Qué retos ven en la masificación en Perú?
Lo chévere… lo interesante (se corrige entre risas) de Perú es que está todo por hacerse y ustedes tienen gas pero han penetrado solo el 11% de la población. Colombia tiene el 70 a 75% de la población ya masificada. Replicar eso teniendo ya el recurso acá es espectacular, o sea, la posibilidad es enorme.
Siendo Colombia un país que ha desarrollado con éxito su política energética, ¿cuál diría usted que es la receta?
Tenemos una industria donde hay espacio para todos. Hay espacio para la empresa estatal Ecopetrol que tiene el 88,5% en manos públicas y el 11,5% en privadas. Hay espacio para empresas privadas como Promigas, para operadores petroleros y otros operadores de gas. Entonces es un negocio donde hay espacio para todos y con reglas de juego claras, regulaciones claras. Hoy en día, el usuario, los clientes residenciales, los industriales, los comerciales, el usuario de la calle ve el impacto de estas reglas claras. Hoy el 70% de la población de Colombia, unos 10 millones de usuarios, están conectados a la masificación del gas y eso pues son casi cuarenta y pico millones de colombianos beneficiándose de eso.
Entiendo que visitaron la refinería de Talara. ¿Cómo ven este megaproyecto?
Lo que puedo decir es que los peruanos se deben sentir orgullosos de la expansión de la refinería que están haciendo, porque al final va a beneficiar a todos los peruanos. El solo hecho de poder disminuir de 2.500 partículas por millón de azufre a 50 o menos, es un beneficio enorme para la calidad del aire de los peruanos. Actualiza y pone al día a Perú en calidad de combustibles con respecto a estándares que hay en otros países del mundo como Europa, o en ciudades de Colombia como Medellín o Bogotá. Esos proyectos tienen un costo, es cierto, pero también el desarrollo industrial para Perú de contar con esos proyectos es muy importante. A lo que se asocia al final del día, el efecto derrame de esos proyectos en la economía es tremenda y a veces uno ni siquiera los termina de cuantificar. Uno puede tomar la decisión de decir importemos o lo hacemos nosotros. A mí me parece espectacular que ustedes lo puedan hacer como desarrollo industrial para esta región del país.
Fuente: La República