Según la representante del Ministerio Público, Fiscal María Cabana, la empresa Intigold Mining SA habría contratado a sicarios y exmarinos para atacar a los mineros artesanales el pasado 2 de junio. Sumado a ello, propietaria de la mina es investigada por liderar una organización criminal.
Según los argumentos que presentó el Ministerio Público, la dueña de la empresa minera Intigold Mining SA, Rossana Calmet Guazzotti, habría sido la autora intelectual de la matanza de 14 mineros artesanales, perpetrada el pasado 2 de junio, en los cerros de Atico, en la provincia arequipeña de Caravelí. Esta ordenó a dos de sus colaboradores reclutar a sicarios y exmarinos.
Si bien la fiscal de crimen organizado María Cabana Ocsa no solicita prisión para la empresaria en esta oportunidad, dejó en claro que sí está sindicada como la cabecilla de una organización criminal que cobra “regalías” ilegales a los pequeños mineros y los amenaza y ataca con armas de fuego.
Contrataron en Lima
El 28 de mayo, alrededor de 20 sicarios y exmarinos —provenientes de Huaura, Sayán, el Callao y otras zonas de Lima— fueron convocados por Juan Gabriel Tejada Alonso, ‘Popeye’, y Albert José Vilcapuma Aragonés, ‘Quaker’. Ambos son “colaboradores de seguridad” de la empresa minera Intigold Mining SA, y actuaron bajo las órdenes de Calmet Guazzotti, dueña de dicha compañía. Los pistoleros fueron embarcados desde el terminal de una empresa de transportes en Lima y viajaron hasta Atico, donde llegaron el 31 de mayo. Algunos incluso se hospedaron en dos hoteles de la zona.
El 1 de junio fueron llevados en un camión pequeño hacia las instalaciones de Intigold. A las 11:30 p.m. se juntaron con otros 30 miembros de seguridad de la mina y 40 mineros artesanales. Todos fueron proveídos, por trabajadores de Intigold, con pistolas, rifles de guerra, explosivos y municiones, y luego se repartieron en dos grupos, posicionándose en cerros ubicados en zonas estratégicas alrededor del campamento de los mineros artesanales de Calpa Renace.
Allí esperaron hasta las 5:00 a.m. del 2 de junio. En ese momento acataron la única orden que les dieron y por la que les pagarían entre S/ 3.000 y 4.000: “Disparar sin piedad y matar a los mineros de Calpa Renace”. El saldo ya lo conocemos: 14 muertos, 5 heridos y 3 desaparecidos.
Esta fue la narración de los hechos que brindó ayer la fiscal de crimen organizado María Cabana Ocsa durante la audiencia de prisión preventiva por 18 meses contra los 31 detenidos tras el ataque en los cerros de Atico. Además, detalló que 29 de los 31 detenidos dieron positivo para la prueba de absorción atómica y casi todas las armas fueron usadas el 2 de junio para acribillar a los mineros.
Autora intelectual
Si bien ahora la fiscal no solicita prisión preventiva contra Calmet Guazzotti y otros directivos de la empresa minera, se debe precisar que sí dejó en claro que la matanza tiene relación con la investigación que se sigue contra los empresarios de Intigold Mining, como organización criminal. Esto porque desde el 2020 la dueña de la mina busca desalojar a los mineros artesanales de Calpa Renace. ¿La razón? Porque ellos se negaron a pagarle hasta el 50% que la empresaria les exigía como “regalías” por dejarlos operar en su concesión minera.
Calmet y sus operadores intentaron una vez desalojar a Calpa Renace. Pasó el 2 de diciembre del 2020.
De acuerdo a la fiscal, se realizó un operativo parecido al perpetrado el pasado 2 de junio. ‘Popeye’ y ‘Quaker’ convocaron a sicarios y exmarinos unos días antes. La dueña de Intigold les dio un contrato de locación bajo la fachada de “seguridad” con el pago de S/ 4.000, y luego de eso atacaron. El saldo, esa vez, fueron 2 muertos y 9 heridos.
Policías involucrados
La fiscal señaló que estos ataques se hicieron con la venia de la Policía Nacional. Es más, acusó que personal de las comisarías de Atico y Caravelí se negaban a recibir las denuncias de los mineros atacados. E incluso se negaron a brindar apoyo a los fiscales para realizar intervenciones en las instalaciones de Intigold.
Tras el ataque, el Ministerio Público empezó a investigar a una posible organización criminal, liderada por Calmet Guazzotti, junto con otros trabajadores de Intigold Mining.
El brazo más peligroso era el ejército que la empresaria estaba formando con apoyo de ‘Popeye’ y ‘Quaker’. Estos contaban con un grupo de WhatsApp en el que convocaban a los sicarios y marinos. Incluso, otros sicarios reclutaban más gente.
Por este motivo, la fiscal está procesando a los 31 detenidos por los delitos de tenencia ilegal de armas, uso ilegal de armas, sicariato y tentativa de sicariato. Habrá que esperar.
‘Popeye’ y ‘Quaker’, piezas clave del caso
De acuerdo al testimonio de uno de los detenidos, fue José Vilcapuma quien envió un anuncio en el grupo de WhatsApp ‘Los Sobrevivientes’ o ‘Bulldoger’ el 28 de mayo. Convocó a sicarios y exmarinos de las zonas de Sayán, Huacho, Santa Anita y otros lugares de Lima. Algunos de ellos incluso fueron avisados por Jesús Juan de Dios Villanueva, uno de los sindicados como sicario. Este les ofreció los S/ 4.000 que la minera pagaba, y muchos aceptaron.
Ya en Atico, ‘Quaker’ y ‘Popeye’ habrían pagado los viáticos de todos los pistoleros. También les dieron armas y municiones.
Fuente: La República