Oil & Gas difusión

  • En el mundo actual, las industrias vienen poniendo mucho énfasis en los cambios y la integración de nuevas fuentes de energía; compromiso vital donde el gas natural surge como una fuente de mucho valor.

Un mundo con mayor “energía” depende, en gran medida, de elementos que garanticen un esquema potente y que sea perdurable en el tiempo, pues con el avance de los años no solo se van adaptando nuevos procedimientos de trabajo, sino también novedosas formas de generación energética.

Es normal que nos venga a la mente, cuando hablamos de fuentes de energía renovable, la que se genera a partir del insumo eólico o el solar; aunque han estado presentes en el mundo desde hace mucho tiempo y a pesar de haber sido poco aplicados, cuestión que ha variado en la actualidad, no han perdido su vigencia por el aporte que brindan.

Con esas propiedades, abrieron una puerta que se puede traducir en la siguiente pregunta: ¿Qué otras fuentes, de igual potencia y con propiedades basadas en la sostenibilidad, existen?

Es así que, teniendo en cuenta que son muchos los países que poseen carbón en abundancia (teniendo como referencias a China e India), recurso base para la creación del gas conocido, de la mano de la tecnología se puede tener en grandes cantidades y por muchísimo tiempo, convertido en gas natural.

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Como resultado de la demanda creciente de energía, según explica Andrés Díaz, director de Power Systems para el Clúster Andino de Schneider Electric, los modelos de negocio de producción están cambiando.

Bajo esa perspectiva, aclara que “aunque el carbón, el petróleo y el gas natural, suelen ser etiquetados, conjuntamente, como combustibles fósiles, estos son muy diferentes desde la perspectiva de emisiones de CO2. De hecho, el gas natural es, por mucho, la fuente más baja de emisiones de CO2 de los tres”.

“El gas natural es, también, asequible, a lo largo de las regiones con economías tanto desarrolladas como emergentes (…) Este es un mundo en el que el suministro de energía es suficiente, barato y, cada vez, más renovable”, agregó.

Si bien es necesario el desarrollo masivo de dicha fuente de energía (gas natural), para facilitar una transición que viabilice la reducción de emisiones, el experto de Schneider Electric para el Clúster Andino explica que se necesitan lograr más reducciones, por medio de:

  • Medidas de eficiencia energética en edificios comerciales y residenciales, así como en procesos industriales, incluyendo los mismos procesos de producción de energía.
  • El posterior desarrollo de combustibles de transporte “verde”, tal como: redes de recarga, para vehículos eléctricos; gas natural comprimido, para transporte en carretera y gas natural licuado, para flotas de camiones, buses y entornos de transporte marítimo.
  • La posterior expansión de energías renovables como el bio-gas y la generación de energía solar y eólica.
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El gas natural y su contribución en el medioambiente

Para garantizar una correcta transición hacia el gas natural, se necesitará de una inversión significativa, pero respecto a la obtención de electricidad, este recurso presenta muchas ventajas, entre las que se encuentran:

  • Una combustión de manera más limpia, con mucho menos emisión de contaminantes de CO2 en la atmósfera.
  • Una gran reducción en el consumo de recursos naturales, como el agua, a lo largo de su ciclo de producción.

Al momento, el gas natural se está posicionando, preponderantemente, como una alternativa ecoamigable, superando al carbón. Los factores que determinan dicha referencia son contundentes, dado que además de sus beneficios económicos, el gas natural es tanto abundante como asequible.

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En ese sentido, Andrés Díaz refuerza dicho concepto, al señalar que “el gas natural es la alternativa sostenible del carbón, al consumir menos agua fresca, entre 40 y 60% aproximadamente, durante la generación de combustión, a diferencia del mismo proceso con el carbón”.

“Esto es sumamente importante porque, además del calentamiento global y sus efectos negativos asociados, la demanda de agua ha incrementado, a medida que se han necesitado más terrenos agrícolas para las poblaciones crecientes”, añadió.

Por ello, es vital manejar un proceso de transformación haciendo uso de innovaciones tecnológicas y regulatorias, los cuales faciliten y amplíen los beneficios en la reducción de CO2, para una adecuada transición del carbón al gas natural.

Para más información pueden descargar aquí el informe “Transición a Gas: Una Contribución en el Camino a la Sostenibilidad”