La capacidad de la mina de oro más grande de África para reemplazar sus reservas más allá del agotamiento asegurará su posición como uno de los activos de primer nivel de Barrick Gold Corporation en el futuro, informó su presidente y CEO Mark Bristow.
Bristow dijo que la mina, que tiene 13 años de antigüedad y acaba de mejorar su rendimiento por tercer trimestre consecutivo, todavía tiene un enorme potencial de crecimiento. Con su cartera de proyectos de exploración en continua expansión, está preparada para mantener su plan de negocio durante al menos otros 10 años.
Las operaciones subterráneas de Kibali se amplían dos años más mediante la incorporación de la veta 11.000 al plan de explotación. Esta veta sigue dando resultados prometedores, desbloqueando valor adicional, y permanece abierta en el fondo. También se están realizando perforaciones en los objetivos de Mengu Hill, Agbarabo, Rhino, Zambula y Makoro, que están mostrando potencial como satélites adicionales subterráneos y a cielo abierto.
Bristow dijo que, con una inversión en el país de 4,200 millones de dólares, Kibali había contribuido significativamente a las arcas del Estado congoleño. Y lo que es más importante, ha transformado la región nororiental del país, hasta entonces sin desarrollar, en una nueva y próspera frontera económica.
Durante el pasado trimestre, la ministra de minas, S.E. Antoinette N’Samba Kalambayi, puso en marcha el comité de dirección que gestionará el fondo de desarrollo social de Kibali, basado en el 0,3% de la facturación anual de la mina. Ya se ha destinado una cantidad de 13,7 millones de dólares, acumulada en los últimos tres años, a proyectos comunitarios que se pondrán en marcha este año. La nueva iglesia católica de Kokiza, con capacidad para 2.500 personas, ha sido recientemente entregada oficialmente y aceptada por la diócesis y sus aproximadamente 30.000 fieles, que fueron reasentados en el nuevo municipio entre 2010 y 2016.
Barrick también sigue invirtiendo en el futuro de la biodiversidad de África con la reintroducción prevista de 76 rinocerontes blancos en el Parque Nacional de Garamba, un paso fundamental en el plan a largo plazo para proteger esta especie en peligro de extinción.