Fernando Gala, exviceministro de Minas y docente universitario, conversó con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú (IIMP) y compartió su perspectiva sobre lo que le espera al sector minero este año 2023. Además, resaltó lo importante de destrabar proyectos mineros durante este año para que puedan ejecutarse en los años venideros y generen crecimiento económico y desarrollo en nuestro país.
¿Cuáles son las proyecciones para el sector minero este 2023?
Como marco general, el Perú tiene una cartera de 43 proyectos mineros por un monto de inversión de US$ 53,000 millones, los cuales se van a desarrollar con el paso del tiempo, no solo en el año 2023.
El año 2022 ha terminado con una inversión de US$ 5,300 millones aproximadamente; para el año 2023, es difícil pronosticar, pero podemos considerar un monto máximo y un monto mínimo. El monto máximo proviene de las proyecciones del Ministerio de Energía y Minas (Minem), quienes son optimistas y esperan que la inversión ascienda a US$ 5,600 millones. El monto mínimo proviene de lo sugerido por el BCR y el IPE, quienes son más conservadores y esperan alcanzar en inversión US$ 4,500 millones aproximadamente.
Entonces entre el monto máximo y monto mínimo estará la cifra de inversión para el año 2023. Ello dependerá de las acciones que se tome para impulsar la inversión minera.
¿Hacia qué objetivos debería apuntar el sector minero este año, por parte del Minem y de las empresas?
El Estado tiene un rol fundamental que es impulsar la inversión minera, ejecutar nuevos proyectos que generen empleo, etc. El rol de la empresa, en este caso, es hacer que la inversión minera se realice bien, de manera responsable y beneficie a la población, especialmente al entorno al proyecto. También debe haber un rol conjunto entre empresa, Estado y la participación de la población.
Existe preocupación porque este 2023 no se pondrían en marcha la construcción de nuevos proyectos mineros.
El sector minero es una industria de largo plazo, no solamente hay que preocuparnos de este año. Hay que ver el sector minero de acá a 10 o 15 años. Lo importante no es cuánto se va a invertir este año, sino que este año por lo menos destrabemos los proyectos y puedan empezar en el año 2024 o 2025. No nos preocupemos tanto por las cifras, siempre queremos cifras, pero en minería no es solamente lo de este año.
Perú cuenta con una importante cartera de proyectos mineros, ¿Qué beneficios podrían traer para el país en el corto y mediano plazo?
Cuando se culminen los 43 proyectos que suman US$ 53,000 millones, de aquí a unos 10 o 15 años, lo que va a pasar con el país es que vamos a duplicar las exportaciones mineras, vamos a generar 2.3 millones de empleos directos e indirectos adicionales al 1.8 millones que tenemos actualmente, vamos a incrementar el PBI del país en 25% y vamos a tener mucha mayor recaudación tributaria, con lo cual el país crecerá y se reducirá la brecha de pobreza que todavía está en niveles de 25%. Entonces, este año se debe invertir y también destrabar proyectos.
¿Qué opina de la coyuntura política con la que iniciamos el año?
El accionar político es clave para ver si llegamos al monto de inversión previsto de US$ 5,600 millones o más inclusive. Escuchamos en las declaraciones del premier que un punto clave es promover las inversiones, el crecimiento económico como uno de los ejes del Estado y la única forma de lograr ello es con inversión, de diverso tipo, la inversión minera es la que tiene proyectos muy concretos.
La coyuntura política va a depender mucho de las acciones del Ejecutivo. El Estado tiene por objetivo impulsar las inversiones, pero no va a lograrlo si no conversa con la población. El diálogo es importantísimo para tener una coyuntura política favorable. Están trazadas las metas, el tema es cómo se logra, para ello son necesarios acuerdos, lo cual implica diálogo permanente.
¿Qué acciones deberían tomar las nuevas autoridades de gobiernos regionales, provinciales y distritales para trabajar de manera coordinada con el sector minero en el desarrollo de sus localidades?
La labor de las nuevas autoridades, tanto regionales como locales, es impulsar el desarrollo de su región o localidad y para ello es necesaria la inversión, no hay otra forma. Entonces, primero es importante entender que la única forma de crecer es con inversión. Segundo, no se puede hacer inversión si no están de acuerdo el Ejecutivo, la empresa y la población, entonces hay que llegar a un diálogo para que se convenza de que la única forma de crecimiento es con inversión. El camino no es tan fácil, pero hay que hacerlo.