Ángel Tobar, director general de Epiroc en Perú explica que los tres elementos que deberían participar en una minería sostenible son la industria, la academia y la gobernanza o instituciones. Se trata de una colaboración estrecha que las compañías suecas, como la que dirige, denominan modelos de triple hélice.
¿Cuál es el posicionamiento de Epiroc en el mercado peruano y cuánta aceptación ha tenido en las empresas de clase mundial como Anglo American?
En los últimos años el avance tecnológico que la minería peruana, y la contribución de Epiroc a ese desarrollo, ha sido muy importante. Incluso la pandemia, dentro de todos los problemas que nos trajo, ha tenido un efecto positivo en la potenciación y aceleración de los procesos tecnológicos.
Quellaveco es una mina de referencia no solamente dentro del Perú, sino también a nivel global. Una mina moderna, digital, con muchos de sus procesos automatizados.
Hemos contribuido al proceso de perforación en Quellaveco, tanto de producción, con nuestras 6 PitViper 351 D, como al de precorte, con 3 SmartROC D65. Las 6 PitViper son totalmente autónomas y gestionadas desde una sala de control común y las 3 SmartROC se operan mediante un BenchRemote, de forma teleremota. Actualmente, ya se ha llevado a cabo un upgrade en estas últimas y también pueden ser operadas desde sala de control, de forma teleremota.
Creo que las tendencias a la automatización, digitalización e interoperabilidad son imparables, en aras a la sostenibilidad, y estamos muy orgullosos de haber contribuido a éstas dentro del país.
Además de Anglo American, ¿hay planes con otras operaciones mineras?
Sí. Trabajamos con minas de superficie muy importantes, de clase mundial y también con algunas de tamaño medio, en minería subterránea.
La automatización tiene niveles de escalación. No todas las minas tienen que ir a nivel máximo de automatización desde el primer momento, sino que algunas pueden adaptar sus instalaciones existentes mediante procesos de retrofit.
En el desafío de las subterráneas, en Perú hay muchas empresas que aspiran a la automatización.
¿Cómo será la oferta? ¿Cómo se proyecta Epiroc para poder satisfacer esta demanda?
Ya hay casos de éxito, como Catalina Huanca, que tiene equipos con cierto nivel de autonomía
Las empresas en la minería subterránea intentan llevar a cabo procesos cada vez de mayor automatización, sobre todo con dos parámetros. El primero, el incremento de la seguridad. Sacar a las personas de la primera línea. Segundo, aumentar su comodidad. Es mucho más cómodo para un operador o un supervisor de operaciones manejar máquinas desde una sala de control externa al propio tajo.
También en el incremento de la productividad. Las operaciones con alta automatización tienen la ventaja que permiten llevarse a cabo sin que afecte la fatiga, como en operaciones puramente manuales. Los tiempos en los que el operador de la máquina está de refrigerio o en cambio de turno son períodos actualmente improductivos.
En equipos para minería subterránea, en Epiroc tenemos equipos de perforación, tanto de avance (Boomers), como de perforación de producción (Simbas).
¿En qué plazo podemos hablar de que en Perú prevalece, o por lo menos estamos en un equilibrio de una minería autónoma versus una minería convencional?
Las distintas compañías mineras tienen sus hojas de rutas. Algunas pretenden ir más rápido y otras se toman más tiempo para su incorporación. En este momento podemos decir que hay operaciones mineras de primerísimo nivel en este ámbito de la autonomía y la digitalización. Quizá el caso más emblemático sea Quellaveco; una explotación minera que, desde el primer momento, conceptualmente, se diseñó para tener el más alto nivel tecnológico disponible. Creo que es un modelo que debe llenarnos de orgullo, no solamente en el Perú, sino como referencia para llevar a cabo la minería de una forma sostenible a nivel global.
En estos rápidos cambios en la manera de operar las minas. ¿Cómo avizoras el futuro?
Epiroc está muy bien posicionada en Perú y más aún con la Red de Cátedras Universidad – Empresa Epiroc para los futuros profesionales. Me llena de mucho orgullo nuestra contribución a lo que entendemos como, no ya minería del futuro, sino del presente, una minería cada vez más sostenible. Ninguna compañía minera que pretenda estar en el mercado puede permitirse no estar al corriente y no trabajar en aras a los parámetros de sostenibilidad de esta industria.
Son tres pilares los que forman la sostenibilidad: las personas, el medio ambiente, y la productividad. Y deben trabajar de la mano para que realmente confluyan en el tipo de minería que todos queremos: una minería segura, atractiva para las nuevas generaciones, comprometida con la sociedad, y productiva.
A esos tres elementos muchas compañías suecas denominamos modelos de triple hélice. Una colaboración estrecha entre lo que es la industria, la academia y la gobernanza o las instituciones. Es imprescindible la estrecha colaboración entre la academia y la industria en aras a este elemento Para nosotros como industria, sean proveedores, clientes finales, compañías mineras, es imprescindible contar con la fuerza laboral y con nuestros colaboradores preparados de la manera mejor posible para esta nueva minería.
Debemos contribuir en formarlos en las habilidades y conocimientos que se requieren. Por otro lado, para la academia es imprescindible, para ser competitiva, preparar a esos alumnos en aras de que reciban la formación que les permita incorporarse rápidamente al mercado laboral.
Evidentemente uno de estos modelos de colaboración más exitoso es el de la Red de Cátedras -Universidad – empresa como la que Epiroc, junto con la Universidad Nacional Mayor de San Marcos, lleva desarrollando desde el 2021.
Este modelo de colaboración es completamente ejemplar y es expandible, bajo un esquema que denominamos Red de Cátedras Neuronal Universidad -Empresa -Epiroc. Dicha red consiste en acuerdos bilaterales entre la universidad hub, que es la Universidad San Marcos, con otras escuelas de minas, para tener acceso a las conferencias magistrales programadas, permitiendo la expansión del conocimiento, a través de la red. En este momento dentro del Perú ya hay siete universidades más que han firmado estos acuerdos bilaterales y que van a poder participar. Una frase que define muy bien lo que hacemos es que el conocimiento es algo que cuando se transmite no se pierde, sino que se multiplica, realmente crece. Son modelos de colaboración ganar-ganar, tanto para la academia como para las empresas involucradas.
¿La red también la integran universidades de las regiones del Perú?
Así es, y no solo dentro del Perú. Ya es una red Iberoamericana. Partiendo del Perú, además de las siete universidades de distintas regiones del Perú, pertenecen la Universidad Nacional de Colombia (UNAL), en su sede de Medellín, la Escuela Superior Politécnica del Litoral (ESPOL) en Ecuador y se van incorporando cada vez más países y más regiones a este modelo. Pienso que todos los que formamos el ecosistema minero debemos contribuir a que esta colaboración universidad-empresa se fortalezca.
Finalmente, ¿Qué nos dará Epiroc? Denos un adelanto de lo que se viene
Uno de estos modelos de colaboración de más éxito es el modelo de Red de Las compañías mineras o los proveedores, como Epiroc, debemos de tener un compromiso a largo plazo con la sostenibilidad. Todo lo que desarrollamos impacta en nuestros resultados financieros, empresariales, pero nuestro enfoque es el trabajar para las personas. Nuestros colaboradores, clientes, el ámbito que constituye el ecosistema minero. La inversión en personas, en actividades cada vez más sostenibles está en nuestro foco. Si realmente conseguimos, entre todos, hacer la minería más segura, más productiva, mejor percibida por la sociedad, estaremos cumpliendo parte de nuestra obligación con ella.
Este artículo forma parte de la edición impresa de Revista ProActivo. Para leer la revista completa haga clic aquí.