A pesar del optimismo expresado por el CEO de BCP, Gianfranco Ferrari, la economía peruana continúa presentando cifras débiles, según analistas de dicho banco.
El departamento de estudios económicos del banco estima que el Producto Interno Bruto (PIB) creció un máximo de 0.2% en el primer semestre en comparación con el mismo período del año 2022, siendo su ritmo semestral más bajo en 22 años, sin tener en cuenta el período de la pandemia.
“La producción de cobre de Quellaveco contribuyó aproximadamente con 0.4 puntos porcentuales directos al crecimiento del primer semestre del 2023; sin esto, el PIB habría caído”, afirman.
En el primer trimestre, el PIB disminuyó un 0.4% debido a la elevada conflictividad social a principios de año y al exceso de lluvias en marzo causado por el ciclón Yaku, mientras que en el segundo trimestre, la economía crecería alrededor de un 0.8%, afectada por “El Niño” Costero.
Según el ENFEN, se esperaba que en marzo de 2023 se desarrollaran condiciones cálidas de “El Niño” Costero de magnitud débil durante el resto del año. Sin embargo, en abril, esta previsión cambió a condiciones de magnitud moderada y en mayo se proyectó una magnitud de fuerte a moderada.
Como resultado, el Ministerio de la Producción decretó la suspensión de la primera temporada de pesca de anchoveta en la zona norte y centro debido a la alta presencia de juveniles. Desde la implementación del sistema de cuotas de pesca a fines de 2008, es la primera vez que se suspende la primera temporada, según precisa el banco.
¿Cuál es el impacto de la suspensión de la primera temporada de pesca?
Esto afectaría tanto al sector pesquero como a la manufactura primaria y explicaría alrededor de 0.5 puntos porcentuales de la revisión a la baja del PIB en el segundo trimestre, añade.
En detalle, señala que en abril, la actividad económica creció apenas un 0.3% en comparación con el mismo mes del año anterior, debido a la contracción de los sectores no primarios en un -1% (cinco meses consecutivos en negativo) debido a la caída de la manufactura no primaria (-8.3%) y la construcción (-5.1%), compensados por el avance del 3.2% en el comercio.
Mientras tanto, los sectores primarios crecieron un 5.2% en abril impulsados por la minería (21%), a pesar de que la agricultura registró su mayor caída en los últimos 30 años (-20%). “La caída en el sector agrícola se explica por el impacto de la campaña de siembra a finales de 2022, debido a la escasez pasada de fertilizantes, y las sequías y heladas en la sierra sur entre noviembre de 2022 y enero de 2023. Solo este sector restó cerca de 1 punto porcentual al crecimiento del mes de abril”, indicó el BCP.