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Trabajador de Codelco en la fundición de cobre Ventanas, en Chile. (Foto: Reuters)

La reciente clausura de dos fundiciones de cobre en Chile, Ventanas y Paipote, ha suscitado una profunda preocupación en la Cámara Minera de Chile. Estos cierres representan un 20% de la capacidad nominal de fundición de cobre en empresas estatales y marcan el fin de una era para la industria minera chilena.

La Fundición Ventanas, en particular, albergaba la Planta de Metales Nobles, donde se recuperaban diversos metales preciosos como oro, plata, platino y paladio. El cese de operaciones no solo implica la pérdida de empleos directos, sino también el quiebre de una cadena de suministro que beneficiaba a miles de personas y empresas en diversas áreas.

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Esta situación representa un retroceso para la industria minera chilena, que había logrado avances tecnológicos significativos en las décadas de 1950 y 1960. Ahora, el país se ve abocado a exportar concentrado de cobre en lugar de producir valor agregado a través de la fundición.

La Cámara Minera de Chile advierte que este cierre de fundiciones constituye un grave error geopolítico que podría hacer al país más dependiente de empresas y tecnología extranjeras. Se hace hincapié en la falta de visión de largo plazo por parte del Estado chileno en otorgar financiamiento y condiciones adecuadas para mantener esta importante industria, dejando un vacío que otros países podrían aprovechar.

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En este sentido, se insta a las autoridades a tomar medidas urgentes para impulsar la modernización y desarrollo de la industria de fundición en Chile, garantizando su competitividad y contribuyendo al crecimiento económico sostenible del país.