Lía Ramos Fernández

Lía Ramos Fernández (Foto: El Peruano)

  • La Universidad Nacional Agraria La Molina cumple hoy 122 años de vida institucional.
Lía Ramos Fernández de niña se preguntaba cómo bacterias y sustancias podían contaminar la tierra y el agua. Es ingeniera agrícola por la UNALM, investigadora principal y responsable de un grupo que, mediante la investigación con drones, ha descubierto que puede prevenirse que el riego por inundación afecte a los arrozales y contamine el aire.

La falta de agua en los campos de San Andrés de Tupicocha, en Huarochirí, la tierra de su progenitor, y en el distrito de Miraflores, en Yauyos, el lugar donde nació su madre, fue tema de preocupación recurrente en su familia y en las que vivían en esas comunidades, refiere Lía Ramos Fernández.

La preocupación que le ocasionaba a don Augusto Pedro Ramos, su padre, primer profesor y profesional de su pueblo, le producía mucha tristeza a la pequeña Lía, quien acongojada veía cómo las mulitas bebían un hilo de agua que bajaba por las pendientes de los cerros, para calmar su sed.
Sus juegos les dieron paso a los estudios, destacando durante su vida escolar y universitaria, tal vez porque sentía que solo con exigencia y perseverancia podía cumplir la misión que se impuso desde niña: encontrar una solución para tanta desazón familiar a causa de la falta de agua.

Teledetección

Ese cometido impuesto es el que le permitió en los años siguientes formarse como ingeniera agrícola en la UniversidadNacional Agraria La Molina (UNALM), y sumar a esa formación, estudios de posgrado, investigaciones, docencia en las aulas de la Facultad de Ingeniería Agrícola, asesorías de tesis y obtener una especialidad poco buscada por las mujeres: Teledetección y Cambio Climático.
Actualmente es responsable del Grupo de Investigación (DANI Concytec): Teledetección y Cambio Climático aplicado a la Agricultura y Recursos Hídricos. Un equipo de profesionales de la UNALM y otras casas de estudio, multidisciplinario, de profesores y alumnos, mujeres y hombres, que apuestan por el uso de la tecnología, a fin de proteger las plantaciones de arroz del inadecuado manejo del agua para su riego y evitar la contaminación ambiental que este ocasiona.
La ingeniera agrícola precisa que su principal aporte es usar tecnología para prevenir riesgos en el rendimiento del cultivo de arroz, porque la inundación como método para regar está generando no solo problemas en la producción, sino también gases de efecto invernadero como metano y óxido nitroso.
Para ello, utilizan drones que tienen cámaras térmicas y espectrales que le permiten al grupo evaluar el aire, la radiación y condiciones climáticas de los arrozales. “El arroz es una planta acuática que necesita mucha agua, pero el regado por inundación está ocasionando hasta problemas de salud, como el dengue porque atrae al vector”, comenta.
Llegar a este momento les ha demandado años de investigación, de evaluación, publicación de artículos en revistas científicas que recogen sus hallazgos que demuestran los beneficios que tiene el uso de tecnología para reducir amenazas. “No ha sido sencillo, pero ha valido la pena. Nuestro objetivo siempre fue y es ganar financiamiento para nuestros proyectos”.
Como buena huaquisina, tenaz y luchadora por el lado materno, pues su abuelo, profesor del pueblo de Huaqui, ubicado en el distrito de Miraflores, en Yauyos, le contó cómo, a pesar de los esfuerzos tuvieron que dejar su tierra porque hasta el agua de los puquiales se había secado. “Los recursos obtenidos nos permitieron convertir una zona abandonada de la universidad, considerada un basurero, en el Área Experimental de Riego de la UNALM, donde hoy desarrollamos investigaciones de alta calificación”, cuenta. “
Estamos logrando que las familias de agricultores de Lambayeque, Ferreñafe y Chiclayo no pierdan sus cultivos. A ellas queremos entregarles herramientas para que desde sus celulares protejan sus tierras”.

Hoja de Vida

– Desde el 2002 es docente en la especialidad de Ingeniería del Agua y Medioambiente en el Departamento de Recursos Hídricos, de la Facultad de Ingeniería Agrícola (Unalm).
Fuente: El Peruano