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La Organización de Países Exportadores de Petróleo y Aliados (OPEP+) acordó suspender durante dos meses el aumento previsto de la producción de petróleo, después de que los precios se desplomaran ante la fragilidad de la demanda y la oferta abundante.

Los principales miembros de la coalición no seguirán adelante con el aumento previsto de 180,000 barriles diarios en octubre, según delegados que pidieron no ser identificados por tratarse de conversaciones de carácter privado. Los precios del petróleo se dispararon más de un 1%.

El cambio se produjo después de que datos económicos poco alentadores de China y Estados Unidos —los mayores consumidores— provocaron la caída de los precios del crudo por debajo de los US$ 73 el barril a principios de esta semana, para ubicarse en el nivel más bajo desde fines de 2023. Esto ofrece a los consumidores cierto alivio tras años de inflación galopante, pero deja los precios demasiado bajos para que los saudíes y otros miembros de la Organización de Países Exportadores de Petróleo puedan financiar su gasto público.

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Liderada por Arabia Saudita y Rusia, la OPEP+ acordó en junio una hoja de ruta para restablecer gradualmente la oferta que ha estado interrumpida desde 2022. Pero el grupo vaciló en cuanto se dio a conocer el plan, enfatizando repetidamente que los aumentos podrían “detenerse o revertirse” si fuera necesario. Una importante interrupción de la producción en Libia parecía ofrecer al grupo margen para seguir adelante, pero sus miembros se inclinan ahora por la cautela.

Aplazar el aumento podría evitar el excedente que destacados observadores del mercado, como la Agencia Internacional de Energía y la comercializadora Trafigura Group, esperaban para el cuarto trimestre. Por el contrario, abrir los grifos podría iniciar un derrumbe de los precios hacia los US$ 50 el barril, había advertido Citigroup Inc.

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Según Bob McNally, presidente de la consultora Rapidan Energy Group y ex funcionario de la Casa Blanca, “la OPEP+ se enfrentaba a la disyuntiva de retrasar la decisión o sufrir una caída desordenada de los precios del crudo”. “Parece que optó por lo primero”.

A principios de esta semana, los delegados de la OPEP+ señalaban que el aumento programado seguía en curso.

La producción de Libia, país miembro, se redujo a la mitad la semana pasada después de que las autoridades de la región oriental cerraran más de 500,000 barriles diarios en un enfrentamiento con el gobierno de Trípoli por el control del banco central.

La interrupción se sumó a la paralización del mayor yacimiento petrolífero de Libia, Sharara, a principios de agosto.

Sin embargo, el martes, Sadiq Al-Kabir —el gobernador del banco central cuyo intento de destitución precipitó la crisis— afirmó que había indicios “sólidos” de que las facciones políticas se acercaban a un acuerdo para superar el actual punto muerto.

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Los futuros del Brent cayeron un 5% y los funcionarios de la OPEP+ cambiaron de postura y señalaron que se estaban llevando a cabo conversaciones para retrasar el aumento de suministros del grupo.

Si bien los mercados mundiales de crudo se encuentran actualmente ajustados ante la fuerte demanda estival, se prevé que se relajen significativamente una vez que pase el pico estacional de consumo.

Los datos económicos de China han puesto de manifiesto el debilitamiento de motores fundamentales del crecimiento, con una contracción de la actividad fabril por cuarto mes consecutivo y un descenso del valor de las ventas de viviendas nuevas. Por su parte, la actividad manufacturera estadounidense registró un quinto mes consecutivo de contracción.

Fuente: Agencia Bloomberg