Por Zetti Gavelán, vicepresidente del Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Es una excelente noticia que MMG-Las Bambas proyecte alcanzar, al cierre de este año, una producción de 320,000 toneladas de cobre metálico, y que, para el 2025, se hayan propuesto incrementar su producción en un 25%, llegando a las 400,000 toneladas.
Este crecimiento no solo representa un avance significativo para MMG-Las Bambas, sino que tendrá un impacto directo en las exportaciones cupríferas, los recursos generados, y los impuestos que se pagarán al Estado, en particular, a la región Apurímac a través del canon minero resultante. Además, fortalecerá la competitividad del Perú, consolidándolo como el segundo productor mundial de cobre.
No cabe duda que el aumento de la producción minera nos abre nuevas puertas para seguir reduciendo las brechas sociales y económicas. Con la creciente demanda global de cobre, impulsada por la transición energética y la electromovilidad, y los precios favorablemente altos para los próximos años, este es el momento ideal para aprovechar los beneficios de este recurso clave, tanto a nivel económico como social.
Esperamos que en el 2025 MMG-Las Bambas logre cumplir sus metas propuestas, y que otras operaciones mineras se sumen a este esfuerzo. Además, es crucial avanzar en la ejecución de los 51 proyectos mineros que están en cartera, por un valor superior a los US$ 54,000 millones, los cuales tienen un enorme potencial para impulsar el desarrollo económico de nuestro país.
Para ello, es necesario que trabajemos de manera conjunta, en colaboración entre la industria minera, el Estado, la sociedad y todos los actores involucrados. Es fundamental que los beneficios del crecimiento de la minería lleguen a las diversas regiones del país, mediante proyectos y obras de impacto territorial significativo.
Es igualmente importante que este esfuerzo se lleve a cabo en el marco de la formalidad y responsabilidad. En ese sentido, el Ministerio de Energía y Minas ha propuesto un proyecto de Ley MAPE (Minería Artesanal y de Pequeña Escala), que se encuentra en proceso de debate y apunta a establecer un nuevo sistema de formalización minera, dando por terminada la inscripción en el Registro Integral de Formalización Minera (REINFO) en diciembre próximo, tal como está previsto.
La ley MAPE es un componente clave dentro de la actividad minera y es necesario brindarle las condiciones adecuadas para su formalización. Sin embargo, también es imperativo regular sus operaciones dentro del marco legal para evitar que la minería informal e ilegal continúe expandiéndose. No podemos permitir que se mantengan vigentes mecanismos que favorecen actividades ilícitas, como ha ocurrido con el REINFO.
Por ello, hacemos un llamado a las autoridades para que actúen con determinación y conciencia. Es esencial combatir la minería ilegal, que tanto daño viene causando a nuestro país, y reforzar la fiscalización para garantizar que la minería en el Perú sea una actividad formal, responsable y sostenible para el beneficio de todos los peruanos.
Finalmente, quisiéramos recalcar la necesidad de fortalecer una minería moderna, inclusiva en todas sus dimensiones, generadora de desarrollo y formal, son condiciones necesarias para lograr el tan anhelado desarrollo sostenible que buscamos como país.
Fuente: IIMP