En la vida de cada persona, hay momentos que definen el rumbo de su historia. Para Diana Ferrero, esos momentos han estado llenos de desafíos y decisiones que la han llevado a convertirse hoy en día en la administradora de la estación Ferrero de Primax en La Molina. A sus 36 años, su trayectoria no solo es un testimonio de éxito profesional, sino también una inspiradora lección de resiliencia y empoderamiento.
Imagina a una joven de 23 años, con sueños, aspiraciones y un futuro incierto. Diana comenzó su carrera en Primax como vendedora en las tiendas de conveniencia, un trabajo que combinaba con sus estudios en la carrera de nutrición. En ese entonces, el camino no era fácil; las horas eran largas y el cansancio a menudo se hacía presente. Sin embargo, cada día era una nueva oportunidad para aprender y buscaba espacios para estudiar y seguir luchando por sus sueños. Dos años después, Diana descubrió su verdadera pasión: la administración. Con determinación, decidió cambiar su carrera hacia la administración de empresas, y junto a su esfuerzo siguió el ascenso en su carrera profesional.
Diana lleva trabajando 13 años en Primax, y ha enfrentado retos que quizás habrían desanimado a muchos en el camino. Si bien inició como vendedora de tienda, cuatro años más tarde pasó a ser encargada y posterior a ello asistente, acumulando así experiencias que la convertirían en líder. Cada rotación por diferentes lugares de trabajo fue una lección; aprendió a escuchar y a valorar las opiniones de quienes la rodeaban. Actualmente dirige un equipo de 25 personas y su enfoque en la escucha activa ha creado un ambiente donde cada miembro se siente valorado y motivado para contribuir al logro de objetivos.
Asimismo, para Diana el aprendizaje continuo es un aspecto clave, las herramientas que le ha brindado el programa “Mujeres Estrella” de Primax, le han permitido potenciar sus capacidades, para mantenerse al día con las herramientas tecnológicas, de seguridad y marketing. Adicionalmente, a través de este programa ha podido desarrollar su capacidad de liderazgo, autoconocimiento y autoestima.
Al día de hoy, la fuerza laboral en la estación de servicios que ella dirige está compuesta en un 60% por mujeres, muchas de ellas madres solteras que luchan diariamente por ofrecer lo mejor a sus familias, donde si bien, cada una trae consigo historias de sacrificio y esfuerzo, Diana se siente orgullosa de ser parte de un entorno que las empodera. A pesar de los desafíos que ha enfrentado en un sector tradicionalmente masculino, nunca ha dudado de su capacidad para liderar y marcar la diferencia.
“El haber podido ayudar económicamente a mis padres desde que empecé a trabajar, adquirir mi propio auto, haber podido cambiar de carrera e iniciar mi emprendimiento de negocio de vinos, han sido para mí los mayores logros personales. Todo esto lo he conseguido por mi compromiso, perseverancia y el apoyo de la empresa”, manifiesta Diana, que ve con optimismo el futuro para ella y los que la rodean. “Todos debemos levantarnos siempre con un sueño y un propósito”.
La historia de Diana Ferrero es un ejemplo de superación y motivación. Cada paso que da inspira a aquellas mujeres que buscan abrirse camino en el mundo laboral. Su trayectoria nos recuerda que, con esfuerzo, dedicación y una mentalidad abierta al aprendizaje, cualquier sueño puede hacerse realidad. En cada desafío superado, Diana no solo continúa construyendo su propio futuro; también motiva a otras mujeres a seguir sus pasos hacia el éxito.