El reciente anuncio del presidente estadounidense Donald Trump sobre la imposición temporal de un arancel universal del 10% a las importaciones provenientes de la mayoría de países, con la excepción de China, ha generado reacciones inmediatas en el ámbito comercial internacional. En el caso del Perú, esta medida supone tanto un desafío como una oportunidad para consolidar su rol como socio comercial confiable de los Estados Unidos y destacar los beneficios que ha generado el Tratado de Libre Comercio (TLC) vigente entre ambos países desde hace más de una década.
La ministra de Comercio Exterior y Turismo, Desilú León, explicó que la aplicación de este arancel común beneficiará principalmente a los países que anteriormente enfrentaban tasas más elevadas, al alinearlos temporalmente a un mismo esquema del 10%. Sin embargo, precisó que el Perú —a pesar de contar con un TLC que eliminaba los aranceles sobre la mayoría de sus exportaciones hacia el mercado estadounidense— verá la imposición de este arancel adicional durante los próximos 90 días.
“La aplicación de este arancel nos ubica en una posición diferenciada, pero también nos da la oportunidad de demostrar el valor estratégico de nuestra relación comercial con Estados Unidos”, señaló la titular del Mincetur.
Una pausa que abre el camino al diálogo técnico
Frente a este escenario, el Gobierno peruano ha optado por activar mecanismos de diálogo con las autoridades comerciales estadounidenses. La ministra León confirmó que el Perú se encuentra entre los países que han solicitado reuniones técnicas con la Oficina del Representante Comercial de Estados Unidos (USTR), autoridad competente en materia de comercio exterior en ese país.
“Consideramos que esta pausa abre un espacio propicio para el diálogo técnico en los aspectos comerciales de interés para el Perú”, sostuvo la ministra. Añadió que las gestiones que se vienen desarrollando permitirán revisar el tratamiento aplicable a los productos peruanos y reforzar el posicionamiento del país como un socio comercial predecible y cumplidor de sus compromisos.
Asimismo, reafirmó el compromiso del Gobierno con el fortalecimiento del diálogo bilateral, a través de un trabajo articulado con sectores clave como Economía y Finanzas, Relaciones Exteriores, Producción y Desarrollo Agrario y Riego, con el objetivo de definir una posición nacional clara y técnicamente sustentada.
Coordinación con el sector privado y evidencia técnica
Un aspecto clave del enfoque del Mincetur ha sido la participación activa del sector privado. León explicó que se vienen desarrollando coordinaciones con gremios empresariales y representantes de distintas cadenas productivas para recoger información directa sobre los impactos que podrían generar los aranceles temporales.
“La participación del sector privado es fundamental para conocer de primera mano los impactos que enfrentan nuestras exportaciones. Esta evidencia nos permitirá sustentar técnicamente nuestras posiciones durante las reuniones con la USTR”, subrayó.
La ministra remarcó que el objetivo de estas gestiones no es únicamente buscar una exoneración del arancel, sino también poner en evidencia los beneficios mutuos del TLC, demostrando que el Perú no representa un riesgo comercial para Estados Unidos. “Podemos demostrar que nuestras exportaciones cumplen con los más altos estándares técnicos, sanitarios y ambientales. Además, estamos dispuestos a abordar de forma técnica y transparente algunas preocupaciones expresadas por ese país, las cuales, desde nuestra perspectiva, no constituyen barreras al comercio”, añadió.
Impacto en los mercados financieros locales
El anuncio de la “pausa arancelaria” también tuvo efectos positivos en el ámbito financiero peruano. La Bolsa de Valores de Lima registró un crecimiento del 2,75%, mientras que el tipo de cambio del dólar mostró una ligera tendencia a la baja, reflejando el optimismo de los inversionistas ante la posibilidad de que las tensiones comerciales con Estados Unidos no escalen a corto plazo.
Estos resultados evidencian la importancia de la estabilidad comercial en el comportamiento de los mercados, así como la necesidad de una política exterior proactiva para proteger los intereses económicos nacionales.
Diversificación de mercados: una estrategia complementaria
En paralelo a las gestiones frente a Estados Unidos, el Mincetur viene intensificando su estrategia de diversificación de mercados, con el objetivo de reducir la dependencia de los principales destinos tradicionales de exportación y abrir nuevas oportunidades para los productos peruanos.
“Estamos participando activamente en ferias internacionales, misiones comerciales y ruedas de negocios. Esta es una estrategia complementaria clave para mitigar riesgos y seguir impulsando nuestras exportaciones”, explicó León.
Dentro de esta estrategia, el ministerio ha priorizado el avance en las negociaciones comerciales con países como Guatemala, El Salvador, India e Indonesia, además del próximo inicio de conversaciones con los Emiratos Árabes Unidos.
Estas acciones buscan consolidar un portafolio de mercados más amplio y variado, en línea con los objetivos de desarrollo económico del país y con una mirada a largo plazo que permita sostener el crecimiento de las exportaciones incluso en contextos globales de alta volatilidad.
El rol de ADEX y la necesidad de seguir avanzando
Desde el sector empresarial, la Asociación de Exportadores (ADEX) ha respaldado la estrategia del Mincetur y ha instado a mantener los esfuerzos para abrir mercados con facilidades arancelarias. Según voceros de la entidad, el Perú debe aprovechar esta coyuntura para fortalecer su inserción internacional y garantizar condiciones comerciales estables para el desarrollo de su sector exportador.
“El TLC con Estados Unidos ha sido una herramienta clave en la internacionalización de nuestras empresas. Es momento de protegerlo y de mostrar con evidencia sus beneficios concretos para ambas partes”, comentaron desde ADEX.