Durante el reciente Sábado Santo, la tensión social volvió a evidenciarse en el valle de Tambo, ubicado en la provincia de Islay, región Arequipa, debido a la persistente oposición al proyecto minero Tía María, promovido por la empresa Southern Perú. A pesar de haberse anunciado una tregua con motivo de la Semana Santa, las acciones de protesta no cesaron y el conflicto continúa latente.
En la vía costanera, específicamente en la zona del Boquerón, distrito de Deán Valdivia, se registró una extensa fila de camiones de carga pesada y vehículos particulares, debido al paso restringido impuesto por los comuneros. Este bloqueo refleja la postura de las comunidades locales, quienes exigen la cancelación definitiva de las actividades mineras en la zona, sosteniendo que afectan gravemente al agro y a las fuentes hídricas del valle.
Los pobladores reiteraron su rechazo al proyecto y demandaron al Gobierno central que adopte una posición clara y firme en defensa de los intereses agrícolas de la región. Según manifestaron en diversas declaraciones, el reinicio del proyecto representa una amenaza directa para la sostenibilidad del agua, la salud pública y el desarrollo agropecuario.
Las imágenes compartidas a través de redes sociales muestran cómo las unidades vehiculares, ante la imposibilidad de avanzar, se ven obligadas a retornar y buscar rutas alternas. No obstante, se estima que durante el Domingo de Resurrección se permita el libre tránsito para visitantes y agricultores, con el fin de evitar una mayor afectación a las actividades productivas de la zona.
Preocupación por río Tambo
A esta tensión social se suma la creciente preocupación ambiental por la aparición de una coloración inusual en el río Tambo, la principal fuente de agua de consumo humano y agrícola en la provincia. El pasado 16 de abril, representantes de la Municipalidad Provincial de Islay realizaron una inspección en la zona afectada con el propósito de levantar actas de constatación policial sobre la tonalidad anómala del caudal.
La ingeniera ambientalista de dicha entidad municipal informó que desde el puente Pampa Blanca, en el distrito de Cocachacra, se realizaron observaciones y se levantó documentación en campo, con la finalidad de sustentar futuras denuncias ante organismos competentes. “Estas actas permitirán adjuntar documentación probatoria ante las entidades pertinentes”, señaló la especialista, recordando que en meses anteriores el alcalde provincial ya había encargado tomas de muestras cuyos resultados revelaron la presencia de residuos minerales nocivos para la salud humana.
En ese sentido, el municipio indicó que se enviará nuevamente material para su análisis en laboratorios certificados, buscando verificar si existe una relación directa entre el color anómalo del río y actividades extractivas en la zona. Southern Perú, por su parte, no se ha pronunciado hasta el momento respecto a esta nueva acusación ambiental.