Las hostilidades entre Israel e Irán entraron en su cuarto día el lunes sin señales de distensión, lo que aviva los temores de una guerra más amplia en la región.
Irán lanzó varias oleadas de drones y misiles en las últimas 24 horas, mientras que Israel siguió atacando la capital de la República Islámica, Teherán, y mató a otro alto mando militar.
Desde el viernes, 224 personas han muerto en Irán, según el gobierno, que afirmó que la mayoría de las víctimas eran civiles. Los ataques iraníes mataron a 23 personas en Israel, según un funcionario de la oficina del primer ministro Benjamin Netanyahu, y dejaron más de 400 heridos.
El consulado de EE.UU. en el centro de Tel Aviv sufrió daños menores después de que un misil iraní cayera cerca, dijo el lunes el embajador en Israel, Mike Huckabee. Muchos coches quedaron aplastados en la zona de la ciudad donde se produjo el ataque. Las excavadoras recogían los escombros.
Las tensiones entre los archienemigos estallaron en un conflicto abierto el viernes, cuando Israel atacó instalaciones militares y nucleares iraníes y mató a varios generales de alto rango y científicos nucleares. Desde entonces, ha logrado la superioridad aérea sobre gran parte de Irán, incluida Teherán, y ha degradado la capacidad de la República Islámica para defenderse de sus ataques.
Irán ha respondido lanzando drones y misiles balísticos contra el Estado judío. Israel cree que Irán todavía tiene miles de misiles, según el asesor de Seguridad Nacional Tzachi Hanegbi, en una entrevista con la Radio del Ejército.
Para Irán, el enfrentamiento plantea un dilema existencial. No puede arriesgarse a parecer débil, pero sus opciones se están reduciendo. Sus fuerzas paramilitares en toda la región, que en el pasado se unían regularmente para apoyarlo, se han visto debilitadas por la acción israelí en los últimos 20 meses. Hizbulá, la milicia libanesa que EE.UU. y otros países consideran un grupo terrorista, brilla por su ausencia en el conflicto y no ha dado señales de que vaya a empezar a atacar a Israel.
Después de haber instado a Irán a alcanzar un acuerdo nuclear al inicio de los ataques israelíes, el presidente de EE.UU., Donald Trump, dijo el domingo que Irán e Israel “deberían llegar a un acuerdo y lo harán”.
“¡Pronto habrá PAZ entre Israel e Irán!”, afirmó en Truth Social. “Se están llevando a cabo muchas llamadas y reuniones”.
Sin embargo, poco después, también dijo que “a veces hay que luchar”.
Poco indicaba que ninguna de las partes estuviera dispuesta a rebajar la tensión.
“Estamos en una campaña existencial”, dijo Netanyahu al visitar el domingo el lugar del ataque con misiles en la ciudad costera de Bat Yam. “Irán pagará un precio muy alto por asesinar deliberadamente a nuestros ciudadanos, mujeres y niños”.
El ministro de Defensa, Israel Katz, dijo que el “régimen de Teherán” era ahora un objetivo.
Sin embargo, Hanegbi, el asesor de seguridad nacional, dijo que no hay planes para derrocar al gobierno iraní. “Pero, por supuesto, puede ser el resultado de la campaña”, declaró a la cadena israelí Kan.
El ejército israelí afirmó haber atacado instalaciones militares en varias partes de Irán y haber matado al jefe de inteligencia y a otros altos cargos del Cuerpo de la Guardia Revolucionaria Islámica.
Las represalias afectaron a los mercados financieros, con caídas en las bolsas de Arabia Saudita, Egipto y Catar el domingo. La libra egipcia se debilitó alrededor de un 1,8%, hasta superar los 50 por dólar en las operaciones locales. Las acciones israelíes subieron, lideradas por la empresa de defensa Elbit Systems Ltd.
Las ganancias del crudo Brent se desvanecieron después de que los futuros subieran hasta un 5,5% en las operaciones del lunes en Asia. El West Texas Intermediate se situó cerca de los US$74. Las acciones en Europa subieron levemente.
Temor por la energía
Irán informó el sábado de una explosión en una de sus plantas de gas natural vinculada al gigantesco yacimiento de South Pars. Aunque el país exporta poco gas e Israel no parece haber atacado sus yacimientos petrolíferos ni sus instalaciones de transporte de crudo, la medida corre el riesgo de impulsar aún más los precios mundiales de la energía, que se dispararon el viernes.
El organismo de control nuclear de las Naciones Unidas, la Agencia Internacional de Energía Atómica, afirmó que los múltiples ataques contra la planta de conversión de uranio de Irán en Isfahán, al sur de Teherán, causaron graves daños.
El viceministro de Asuntos Exteriores de Irán, Kazem Gharibabadi, declaró a la televisión estatal que “ya no cooperaremos con la agencia como lo hacíamos antes”.
Según la agencia de noticias iraní Fars, una importante comisión parlamentaria afirmó que Teherán no debería seguir adhiriéndose al Tratado de No Proliferación Nuclear, el acuerdo de control de armas que obliga a los signatarios a aceptar inspecciones.
Por ahora, no está claro si el gobierno tomará tales medidas.
El conflicto más grave
Los archienemigos Israel e Irán llevan mucho tiempo librando una guerra en la sombra. El Estado judío ha sido acusado de ciberataques y del asesinato de científicos iraníes, mientras que Teherán ha financiado milicias antiisraelíes en Medio Oriente.
Las tensiones se dispararon después de que Hamás, un grupo palestino respaldado por Irán, atacara Israel el 7 de octubre de 2023. Esto llevó a Israel e Irán a lanzarse misiles y drones mutuamente en dos ocasiones el año pasado.
Aún así, este es su conflicto más grave hasta la fecha. Desde que comenzaron los combates, Israel ha atacado instalaciones nucleares y militares iraníes con aviones y drones, y ha matado a varios altos mandos y científicos atómicos.
Israel afirmó que su objetivo era acabar con la capacidad de Irán para fabricar una bomba nuclear, lo que considera una amenaza existencial. Teherán mantiene que su programa atómico tiene fines exclusivamente civiles.
Irán canceló la próxima ronda de negociaciones nucleares con EE.UU. prevista para el domingo en Omán. El mismo día, Trump reiteró que EE.UU. no estaba involucrado en los ataques de Israel y afirmó que aún podía llegar a un acuerdo nuclear con Irán.
Tiene previsto reunirse con otros líderes del Grupo de los Siete, las principales economías del mundo, en Canadá, y el conflicto será uno de los temas principales de las conversaciones. Israel está pidiendo a Washington y a las naciones europeas que le ayuden a atacar Irán, argumentando que esa ayuda es necesaria para impedir que Teherán desarrolle un arma nuclear.
Aunque EE.UU. ha ayudado a defender a Israel interceptando misiles y drones, Trump aún no ha indicado si EE.UU. se unirá a los ataques contra Irán.
A pesar de todo, Israel ya ha dañado instalaciones atómicas iraníes y afirma que seguirá atacándolas. Varios analistas occidentales afirman que necesita la ayuda de EE.UU. para destruir algunas instalaciones clave situadas a gran profundidad bajo tierra.
No está claro si Teherán está barajando opciones de último recurso, como atacar petroleros en el estrecho de Ormuz, por donde los países de Medio Oriente transportan alrededor de una quinta parte del petróleo mundial.
Ese tipo de acción podría arrastrar al conflicto a EE.UU., la potencia militar más poderosa del mundo, algo que Teherán probablemente ha calculado que no puede permitirse, según los analistas de Bloomberg Economics. Esto se debe en parte a que la economía iraní ya es débil, con una inflación de casi el 40%, y la frustración de la población con el gobierno es alta.
Fuente: Reuters