Reserva Nacional de Paracas

  • Informe elaborado por el IHMA con 20 años de datos evidencia que las poblaciones de aves y especies marinas se muestran estables.

Frente a las reiteradas afirmaciones sobre un supuesto colapso ambiental en la Reserva Nacional de Paracas (RNP) a causa de la pesca industrial, un reciente estudio del Instituto Humboldt de Investigación Marina y Acuícola (IHMA) revela que muchas de estas percepciones carecen de sustento técnico y responden más a discursos ideológicos que a evidencia científica.

Basado en más de 20 años de data, el estudio concluye que no existe evidencia sobre un impacto negativo atribuible a la pesca industrial -que opera fuera de las cinco millas marinas- sobre los ecosistemas de la RNP. Por el contrario, aves guaneras como el guanay, el piquero y el pelícano mantienen poblaciones estables que superan los dos millones de individuos por año, mientras que la población de lobos marinos ha venido creciendo en los últimos años.

En cuanto a la anchoveta, especie clave para el ecosistema y la pesca industrial, el informe documenta una biomasa estable de aproximadamente 9 millones de toneladas entre 2009 y 2024, y capturas anuales que fluctúan entre 4 y 5 millones de toneladas. No se han identificado señales de agotamiento de este recurso, por el contrario, muestra una alta resiliencia tras eventos climatológicos extremos como El Niño y La Niña.

El incremento de las capturas de la flota artesanal dirigida al bonito, caballa y jurel desde 2015 es una señal sobre el adecuado estado de salud del ecosistema marino de Paracas.

Verdaderas amenazas

Por otro lado, el estudio advierte que las principales amenazas al ecosistema de la RNP provienen de actividades ilegales e informales dentro de la propia reserva, como el uso de explosivos, la caza de tortugas y aves, y la extracción de recursos sin trazabilidad sanitaria. Estas actividades ocurren principalmente en caletas como Mendieta y Laguna Grande.

En particular, la Bahía Independencia, donde confluyen actividades de pesca artesanal, acuicultura, turismo y asentamientos humanos, ha sido identificada por el IHMA como la zona con mayor presión antrópica de toda la Reserva.

“El diagnóstico ambiental de la RNP es un documento técnico que debe ser parte de la discusión sobre la pesca industrial en las áreas marinas protegidas. Paracas no está colapsando. Está respondiendo, adaptándose y demostrando que la conservación y la actividad productiva pueden convivir”, afirmó Jennifer Vilches, directora del IHMA.

Este estudio refuerza la necesidad de basar las decisiones de gestión ambiental en evidencia técnica y no en prejuicios o percepciones desinformadas, especialmente cuando están en juego tanto la conservación como la seguridad alimentaria y el empleo en las regiones costeras del Perú.