La empresa EVA Energy SAC, dedicada a la comercialización de gas natural vehicular (GNV) y gas natural licuado (GNL), ha anunciado un plan de crecimiento acelerado que busca transformar la matriz energética del sur del Perú. Desde su ingreso al mercado en 2024, la compañía ha desarrollado una red estratégica de estaciones y ahora proyecta una expansión agresiva con metas claras hacia 2027.
Actualmente, EVA Energy opera cinco estaciones de servicio: dos en Cusco y tres en el corredor sur, ubicadas en Mala, Nazca y La Joya (Arequipa), además de Espinar (Cusco). Cada una de estas estaciones requiere una inversión de aproximadamente US$ 1.5 millones, según detalló el gerente comercial, Aldo Romero.
Romero explicó que la infraestructura instalada permite almacenar GNL y atender tanto al transporte pesado como a vehículos menores mediante GNV, ofreciendo así una alternativa flexible y eficiente frente al tradicional consumo de diésel.
El objetivo inmediato de la compañía es cerrar el 2025 con entre ocho y nueve estaciones operativas, y alcanzar alrededor de 20 estaciones hacia finales del 2027, con énfasis en corredores de alto impacto económico como el minero en Cusco, Ica y Arequipa.
Nuevos proyectos en Cusco
En el marco de este plan, EVA Energy confirmó la construcción de dos nuevas estaciones en la región Cusco: una en la vía expresa de la ciudad del Cusco y otra en Quillabamba, las cuales estarán operativas entre fines del 2025 y el primer trimestre de 2026.
“El objetivo es consolidar la transición hacia combustibles más sostenibles en corredores estratégicos, especialmente donde existe una fuerte presencia minera y de transporte de carga”, señaló Romero.
Alianzas estratégicas y reconversión vehicular
La expansión de EVA Energy se ha visto reforzada por alianzas clave, como la que mantiene con PlusPetrol, operador del proyecto Camisea. Gracias a este trabajo conjunto, se han promovido más de 1,200 conversiones a GNV en Cusco, alcanzando un total cercano a 4,000 taxis reconvertidos.
Asimismo, se han otorgado bonos de entre US$ 15,000 y US$ 20,000 a transportistas que migran del diésel al GNV, además de incentivos específicos para el sector minero y de carga pesada.
Aunque actualmente solo el 9% de la flota de transporte pesado del Perú utiliza GNV, el potencial de crecimiento es significativo. Según Romero, los operadores que migran a este combustible logran ahorros de entre 30% y 50% frente al diésel, lo que resulta crucial para pequeñas y medianas empresas dedicadas al transporte.
Modelo de negocio flexible
El modelo de EVA Energy combina operaciones directas con un esquema B2B que permite suministrar a propietarios de estaciones locales. En Cusco, la compañía asegura contar con el 100% del mercado de abastecimiento, mientras que en el corredor minero ha logrado acuerdos con empresas de transporte y logística que fortalecen su presencia en la región.
Actualmente, cerca del 60% de sus ingresos provienen del transporte de carga pesada, mientras que el 40% restante corresponde a vehículos menores. Con la instalación de nuevas estaciones, la compañía espera que el GNL gane protagonismo en las flotas pesadas, especialmente si el Estado impulsa políticas públicas que fomenten el uso de combustibles más limpios y sostenibles.
Proyección hacia un futuro energético sostenible
La visión de EVA Energy se alinea con la tendencia mundial hacia la transición energética, contribuyendo a la reducción de emisiones y a una mayor competitividad en sectores clave como minería y transporte. Con inversiones sostenidas, alianzas estratégicas y un enfoque en la sostenibilidad, la empresa busca posicionarse como líder en el mercado de combustibles alternativos en el Perú hacia el 2027.