Carlos Rivas y German Millan

Por: Carlos Rivas, senior Manager en gestión de proyectos mineros en PwC Chile y Germán Millán, socio de la práctica de minería en PwC Chile

En un escenario global marcado por la transición energética, la electrificación y el nearshoring, América Latina—y en particular la región andina y Brasil— se consolida como un eje estratégico para el suministro futuro de minerales críticos. En este contexto, es indispensable que las compañías mineras que operan en la región cuenten con marcos claros para la asignación de capital, evaluando rigurosamente los riesgos asociados a cada proyecto y asegurando su alineación con la estrategia corporativa y los objetivos de largo plazo.

Según investigaciones de mercado realizadas por PwC, se proyecta que América Latina recibirá más de US$230 mil millones en inversiones mineras entre 2024 y 2033. Pero no todos los países se comportan igual. Existen diferencias estructurales en el tipo de inversión que predomina en cada ubicación, lo que determina enfoques distintos en términos de plazos, exigencias técnicas y operativas, y en consecuencia el retorno esperado.

Brownfield o Greenfield: ¿de qué depende?

Los casos de Chile y Perú son ilustrativos de entornos maduros donde predomina el desarrollo de activos existentes: se estima que el 80% y 60% de la inversión, respectivamente, se destinará a proyectos brownfield. Este tipo de iniciativas se enfocan en la ampliación, modernización o reaprovechamiento de faenas ya operativas, a diferencia de los proyectos greenfield, que implican el desarrollo de nuevas minas desde cero. Ambos países cuentan con infraestructura, institucionalidad minera y capital humano consolidado, lo que favorece reinversiones en operaciones existentes. Estos proyectos tienden a presentar menores riesgos regulatorios, tiempos más acotados para la obtención de permisos y una mayor capacidad de apalancamiento operativo.

proyección inversión capex por país

Por otro lado, Argentina representa un caso de alto potencial y mayor riesgo. Cerca del 70 % del CAPEX proyectado se concentra en iniciativas greenfield, muchas ligadas al desarrollo de nuevos distritos como Vicuña. Entre los principales proyectos destacan Filo del Sol y Josemaría (Vicuña Corp., alianza entre Lundin y BHP), así como Mara y El Pachón, ambos liderados por Glencore. Se proyecta que con estas iniciativas en 10 años Argentina puede llegar a producir 1,2 millones de toneladas de cobre anuales, un quinto de la producción anual actual en Chile. Sin embargo, estas iniciativas exigen mayores capacidades de relacionamiento con comunidades, infraestructura y gestión territorial.

Por su parte, Brasil proyecta inversiones por US$ 64.5 mil millones entre 2024 y 2028, según un informe de La Cámara Minera de Brasil (IBRAM), con énfasis en innovación tecnológica y prácticas sostenibles. Aunque el informe no detalla proyectos greenfield o brownfield específicos, resalta planes de ampliación productiva (como Vale) y el impulso a iniciativas estratégicas mediante el fondo de minerales críticos por US$ 185 millones, que podría apoyar nuevos desarrollos cupríferos.

Fusiones, adquisiciones y joint ventures: ¿reconfiguración del tablero?

El reciente anuncio de la fusión entre Anglo American y Teck Resources da origen a un nuevo actor con una producción estimada de 1,2 millones de toneladas de cobre al año, reconfigurando el mapa competitivo global. Esta operación ocurre tras intentos de adquisición por parte de gigantes como BHP y Glencore, y busca consolidar activos complementarios en Chile y Perú, acelerando desarrollos como Zafranal y Quebrada Blanca 2. Adicionalmente, las compañías estiman sinergias por USD 800 millones anuales antes de impuestos.

En paralelo, los joint ventures están emergiendo como una fórmula efectiva para gestionar riesgos en inversiones greenfield. Casos como Vicuña Corp o los acuerdos de colaboración en el litio argentino reflejan cómo las alianzas se están transformando en vehículos clave para apalancar CAPEX en el entorno regional.

Reflexión final: Diseñando portafolios para la minería del futuro

El equilibrio entre mantenimiento y expansión será uno de los principales desafíos de la industria minera latinoamericana en los próximos años. Comprender la relación entre inversiones brownfield y greenfield, así como las oportunidades y riesgos que plantea cada país, será clave para trazar hojas de ruta resilientes. En este contexto, en PwC estamos convencidos que la gestión integral de portafolios, la adecuada gestión de riesgos y valor social son pilares esenciales para avanzar hacia una minería sostenible y estratégica. En definitiva, las empresas que logren articular esa ecuación estarán mejor posicionados para liderar la minería del futuro.