El Ejecutivo, a través de la Dirección General de Minería del Ministerio de Energía y Minas (Minem), ha otorgado a Southern Perú Copper Corporation la autorización oficial para iniciar la fase de explotación del proyecto cuprífero Tía María, ubicado en la provincia de Islay, Arequipa. Esta decisión, emitida en octubre de 2025, marca el final de un prolongado proceso de evaluación y el comienzo de una de las inversiones mineras más significativas en el sur del país, con una capacidad proyectada de 120,000 toneladas de cobre anuales a partir de 2027.
La Resolución Directoral 0692-2025-MINEM/DGM es la culminación de un exhaustivo proceso en el que Southern Perú, filial del Grupo México, cumplió con todos los requisitos legales, técnicos y ambientales exigidos por la normativa peruana. La autorización permite a la empresa operar en los derechos mineros denominados Chanca 919, Malena I, Malena III, Tía María 18, Tía María 19, Tía María 2 y Tía María 8, con una inversión comprometida que ronda los 1,800 millones de dólares.
Ambiental
Un pilar fundamental de esta autorización ha sido el componente ambiental, un aspecto que por años generó debate y protestas sociales en la región. El Minem destacó que la empresa presentó toda la documentación requerida, incluyendo la aprobación del Estudio de Impacto Ambiental (EIA) obtenida en 2014 y la conformidad del primer Informe Técnico Sustentatorio (ITS) emitida por el Senace en 2021. La resolución enfatiza la obligatoriedad de cumplir con estos instrumentos de gestión ambiental, así como con el Reglamento de Seguridad y Salud Ocupacional en minería.
Social
En el ámbito social, la Dirección de Gestión Minera emitió un informe determinante que concluyó que en el área de influencia directa del proyecto no existen pueblos indígenas u originarios. Esta evaluación fue la base para decidir que no corresponde iniciar un procedimiento de consulta previa, según lo establecido por la Ley 29785. Este punto, sin duda, será objeto de seguimiento por parte de la sociedad civil y las comunidades aledañas.
Para garantizar que la operación se desarrolle dentro del marco de la ley, la supervisión del proyecto será una tarea coordinada entre varios organismos del Estado. La resolución fue remitida a Osinergmin, OEFA, Sunafil, Senace y Sucamec, entidades que tendrán a su cargo la fiscalización del cumplimiento de las obligaciones legales, ambientales y laborales de la empresa. Esta supervisión multiplical es un mecanismo diseñado para generar confianza y transparencia en un proyecto de alta sensibilidad.
Tras años de incertidumbre y paralización, la luz verde a Tía María representa una apuesta por la reactivación económica y la confianza inversionista en Perú. El proyecto no solo tiene el potencial de incrementar sustancialmente la producción nacional de cobre, un metal cuya demanda global sigue en alza, sino también de generar empleo y dinamizar la economía de Arequipa.

