El Instituto Nacional de Calidad (Inacal) anunció la modernización del Patrón Nacional de Flujo Volumétrico de Gas, un avance que marca un hito para la infraestructura metrológica del Perú y que permitirá asegurar mediciones más precisas, confiables y comparables a nivel internacional. Esta actualización es fundamental para sectores donde la exactitud del flujo de gas resulta crítica, como la industria, la salud ocupacional, la protección ambiental y la supervisión regulatoria.
La modernización fue oficializada mediante la Resolución Directoral N.º 00069-2025-INACAL/DM y contempla la incorporación de un nuevo sistema de desplazamiento positivo tipo pistón en el Laboratorio de Flujo de Gases de la Dirección de Metrología. Este sistema eleva el rango de medición de 0.015 dm³/min a 50 dm³/min, alcanzando niveles de incertidumbre entre 0.22% y 0.28%, lo que representa una mejora sustantiva frente al equipo implementado en 2016, cuyo rango era considerablemente menor.
Este avance posiciona al Perú entre los pocos países de la región capaces de medir caudales muy bajos de gas con elevada precisión, situándose a la altura de naciones como Estados Unidos, Francia, Alemania y México, que también operan con patrones equivalentes. La actualización refuerza la trazabilidad metrológica nacional, asegurando que los instrumentos empleados por laboratorios, plantas industriales y entidades fiscalizadoras operen bajo estándares internacionales.
Desde la perspectiva técnica, este patrón juega un rol esencial en la evaluación de la calidad del aire y las emisiones atmosféricas. Gracias a mediciones más precisas, se pueden cuantificar adecuadamente los contaminantes en movimiento, evaluar su dispersión y verificar la eficacia de los sistemas de ventilación y control de emisiones. Esto contribuye directamente a la protección de la salud pública, ayudando a reducir la exposición a contaminantes que pueden generar enfermedades respiratorias o cardiovasculares.
Para el sector productivo, la modernización representa un paso clave hacia la competitividad. Las empresas y laboratorios que dependen de mediciones exactas podrán optimizar sus procesos, cumplir estándares de calidad más estrictos y garantizar la seguridad de sus operaciones. Asimismo, los organismos fiscalizadores contarán con herramientas más robustas para verificar el cumplimiento normativo en ámbitos ambientales y laborales.

