La proyección de la primera ministra ,que supera una anterior previsión del gobierno de entre 3,8% y 4,0%, estaría apoyada en un impulso fiscal y mayor flujo de inversión extranjera
de la minería, dijo el jueves la primera ministra, Mercedes Aráoz, durante un foro en Santiago.
La proyección para el Producto Bruto Interno (PBI) peruano, que supera una anterior previsión del gobierno de entre 3,8% y 4,0%, estaría apoyada además por un impulso fiscal importante y un mayor flujo de inversión extranjera.
“Nuestra perspectiva es que en el año 2017 el crecimiento esté entre 2,7% y 2,8% y para el próximo año creemos que superaremos el 4,0 por ciento, 4,2% para 2018”, dijo Aráoz.
La presidenta del Consejo de Ministros dijo que la economía peruana ya inició una etapa de mayor dinamismo luego de los efectos que dejaron las graves inundaciones por el fenómeno climático de El Niño y los escándalos de corrupción de la constructora brasileña Odebrecht.
Aráoz dijo posteriormente a Reuters que un esperado mayor crecimiento el próximo año, con un gasto público enfocado en la reconstrucción de las zonas afectadas por el clima, podría contribuir a reducir el déficit fiscal.
Pero remarcó que “todavía no tenemos que dar ningún canto de victoria, queremos asegurarnos más recuperación en nuestros ingresos fiscales para asegurarnos que el déficit se pueda reducir, ojalá más de lo que esperamos. Los mejores precios internacionales de las materias primas nos van a ayudar”.
El Banco Central de la Reserva (BCR) ha proyectado un déficit fiscal de 3,5 por ciento para 2018.
Para dinamizar más la economía y reactivar la inversión, Aráoz confirmó que en los próximos días solicitará facultades legislativas al Congreso, que incluyen un paquete de simplificación administrativa para la minería y facilitar el desarrollo de proyectos de infraestructura intersectorial.
“Queremos atraer inversiones no sólo rentables, sino también responsables y transparentes”, dijo la funcionaria, que agregó que en materia legislativa no se contemplan cambios tributarios, pero sí ajustes para adecuarse a las normas de la OCDE.
“[En el plan] no hay modificaciones tributarias, no hay modificaciones de tasas, lo que queremos es evitar temas de elusión y evasión tributaria básicamente (…) no está considerado una baja del impuesto a la renta”, dijo Aráoz a Reuters.