A una semana de que el Ministerio de Agricultura y Riego (Minagri) iniciara la descolmatación del río Rímac, en la zona de Las Palmeras, en Carapongo, distrito de Lurigancho-Chosica, los pobladores expresaron su temor y malestar por la acción tardía para encauzar el afluente ante la proximidad de las torrenciales lluvias.
“Es muy tarde, debieron hacerlo ni bien se desbordó el río. Desgraciadamente a la gente se le engaña fácil: ponen las máquinas, pero no hacen nada”, manifestó Sofía Quispe, quien se detiene por unos minutos en el puente peatonal Carapongo para observar a las decenas de familias que hoy lavan su ropa e incluso se bañan en el agua que en marzo de 2017 arrasó con las viviendas de la zona.
“Ninguna autoridad nos ha informado sobre los trabajos. Los del frente (Ate) continúan arrojando la basura, reduciendo el cauce del río. Necesitamos que amplíen y pongan muros de contención para que no haya desborde”, expresa Edmundo Romero, presidente de la Asociación de Vivienda Las Palmeras, en Carapongo.
LLUVIAS SE AVECINAN
Otro vecino, de nombre Erick Prado, nos lleva a ver la laguna que se ha formado detrás de unas casas, luego de que el Rímac se desbordara y pasara por encima de la autopista sin asfaltar de la Ramiro Prialé.
“En esta zona se ha hecho como una laguna, está penetrando los cimientos, las bases de las casas”, dice.
Alrededor de este empozamiento de agua se ha formado un foco infeccioso, con zancudos pululando y un criadero de cerdos informal.
“No falta ni dos meses para que vengan los huaicos y el río ya está dando señales. Necesitamos el enrocamiento en ambas riberas del río. En febrero, cuando vuelvan las lluvias, quizá pase lo mismo o peor que el año pasado”, se lamenta Romero.
SOLO LIMPIEZA, NO MUROS
Cerca del río se observa maquinaria pesada trabajando. Isidoro Vera, ingeniero a cargo de los trabajos de limpieza del afluente, señala que su equipo ha sido contratado para descolmatar el río en un plazo de 26 días. “Vamos a sacar todo el material desechable y que quede limpio, tenemos 26 días en total. ¿Si el tiempo nos quedará corto? Sí, pero eso no es problema del contratista, sino del Estado. Vamos a hacer toda la descolmatación, no muros de contención”, subraya.
INVASIÓN
Por último, una docena de personas ha invadido 50 metros del cauce del río Rímac, cerca de la asociación de vivienda Gloria Baja, en Ate, lo que complica el trabajo de limpieza del afluente y pone en riesgo a los vecinos de Las Palmeras.
Estas personas, según los vecinos, son traficantes de terreno que llegaron a este lugar en mayo de 2017. “De día y de noche están botando desmonte, reduciendo la caja del río, que debe tener 100 metros de ancho, pero ya no hay ni 50 metros”, advierte el ingeniero Vera.Al cierre de esta edición ni el Minagri ni la Municipalidad de Ate respondieron.
Fuente: Correo