Analistas proyectan que los precios se recuperarán a US$8.000 para fin de año.
El cobre sufrió la mayor caída en un mes luego de que el pesimismo respecto de los acontecimientos en Corea del Norte y Turquía contagiara los mercados globales.
El metal, que es ampliamente considerado un indicador del estado económico mundial, cayó un 2,3% a US$6.816,50 por tonelada métrica en la Bolsa de Metales de Londres, después de haber registrado más temprano la mayor contracción desde el 27 de abril.
“Hoy ha regresado al mercado un ánimo de aversión al riesgo”, dijo por teléfono desde Copenhague Ole Hansen, titular de estrategia de materias primas de Saxo Bank A/S. “El cobre está siguiendo la pauta del hecho de que vemos que los riesgos aumentan en los mercados emergentes”.
Una liquidación en los mercados bursátiles asiáticos se extendió a Europa luego de que datos preliminares de manufactura para mayo no cumplieran con las expectativas, lo que se suma a las dudas sobre la solidez del crecimiento económico regional.
La lira turca alcanzó un nuevo mínimo récord y el yen se recuperó a medida los operadores reducían su exposición a los mercados emergentes en medio de preocupaciones por los crecientes costos de endeudamiento, mientras que los comentarios del presidente estadounidense, Donald Trump, expresando pesimismo respecto de una reunión con Kim Jong-un también se sumaron a los temores globales.
Un repunte coordinado en el sector manufacturero en las principales economías globales ayudó a generar un alza de un 31% en el cobre el año pasado, su mejor desempeño desde 2009. Los precios han bajado un 5,8% en lo que va del año, en medio de la preocupación de que el auge mundial en la producción fabril pueda haber dejado atrás su punto más álgido.
Aún así, muchos analistas mantienen la fe, y Goldman Sachs Group Inc. proyecta que los precios se recuperarán a US$8.000 para fin de año a medida que la demanda china vuelva a repuntar.
Fuente: Bloomberg