Raúl Jacob, vicepresidente de Finanzas de Southern Perú.

ProActivo

Desde Moquegua, ProActivo conversó con Raúl Jacob Ruisánchez, vicepresidente de Finanzas de Southern Perú, respecto al futuro de Tía María, proyecto minero de cobre LESDE. La estrategia de acercamiento a la comunidad ha cambiado y hoy la empresa ejecuta trabajos en conjunto con la población por una mejor calidad de vida, a través del programa “Valle Unido”.

Tras su participación en el IV Congreso Internacional Sur Minero “COMASURMIN”, Jacob resaltó las palabras del mandatario nacional respecto a la necesidad de fomentar la minería sostenible y señaló que el plan de Tía María está diseñado para ejecutar “un manejo ambientalmente responsable; y cuidar que los cuerpos de agua y las operaciones no entren en ningún tipo de situación que pudiera generar contaminación”.

Resaltó que la minera trabaja por décadas en el sur peruano y cuenta con argumentos técnicos suficientes para acabar con la incertidumbre y enrumbar a Islay en un camino imparable de desarrollo integral, si se le da el sí al megaproyecto.

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“Las operaciones estarán separadas por una distancia bastante apreciable entre el Valle del Tambo y nuestra mina. La más cercana es la mina La Tapada, a 3km de distancia del Valle de Tambo en línea recta, lo cual nos da una tranquilidad porque no vamos a perturbar las actividades de los pobladores con ningún tipo de, por ejemplo, sonido por las voladuras o polvo porque se controlará de tal forma que no tenga impacto en la zona”, detalló.

A su vez, fue enfático en señalar que Tía María utilizará agua del mar mediante un proceso de desalinización rechazando los mitos sobre el daño al recurso hídrico del Tambo, pues se ejecutará un proceso de lixiviación y un moderno proceso de refinería que evitará los relaves. “Es un circuito cerrado que todo el tiempo recircula agua. Se usará agua en el proceso de la lixiviación, en la mina para cuidar los caminos y que los camiones no generen polvo. Para trasladar el mineral a través de un sistema de fajas de 8 km desde la mina hasta la planta. Consume agua, pero no tiene un residuo, se recicla constantemente”, explicó.

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El mensaje central de Jacob es claro: “No vamos a usar agua del río Tambo”. En esa línea, anhela que el Ejecutivo tome la decisión de dar la venia para la construcción que implica un monto de inversión de 1,400 millones de dólares.

Los años siguen pasando y el cálculo apunta a un inicio de explotación para el bicentenario para una iniciativa que generará un aumento del canon de Arequipa de los 127 millones de soles de la actualidad, a más de 400 millones.

“Si empezáramos en el segundo semestre de este año, acabaríamos más o menos el cuarto trimestre del año 2020 la construcción. La mina empezaría a operar a fines del 2020, principios del 2021”, estimó.

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Lo indudable es que Tía María guarda en sí un avance importante para el país en términos de producción cuprífera: “Son 120 mil toneladas anuales. Para Southern sería aumentar un poco más de 30% su producción anual y para el Perú pasaría a producir más de 1 millón 600 mil”, comentó Jacob.

Datos:

  • El tiempo de vida es de 20 años.
  • Consta de dos fases: La explotación de La Tapada, la mina más rica, con mejor ley y la más grande; 11 años después, se explotará Tía María.
  • Los estudios de ingeniería están completos y tiene el EIA aprobado