La minera más grande del mundo elige al cobre y al petróleo como sus principales productos básicos. Y si bien el menor uso de los combustibles fósiles favorece al primero, es menos una amenaza para el último de lo que muchos suponen.
Esas materias primas, dos de los cuatro pilares de inversión de BHP Billiton Ltd. junto con el mineral de hierro y el carbón, comparten las mismas características a largo plazo de una base de suministro en declinación y un fuerte crecimiento de la demanda, según el director comercial Arnoud Balhuizen.
“Ha habido una inversión insuficiente en petróleo, especialmente en el último par de años; desde el punto de vista de la inversión, ese es un buen punto de partida”, dijo Balhuizen el jueves en entrevista desde Tokio.
La demanda de petróleo seguirá creciendo en los próximos 10 a 15 años, y aunque en parte será cubierta por el suministro de shale, “en algún momento a comienzos de la próxima década la producción de shale entrará en una meseta”, dijo. Según su estimación, el mundo necesitará de 3 a 5 millones de barriles de petróleo adicionales cada año durante ese período.
BHP apunta a vender sus operaciones de shale en Estados Unidos al tiempo que aumenta sus activos petroleros convencionales. Una búsqueda de nuevos pozos offshore representará US$ 715 millones del programa de exploración global de US$ 900 millones de la compañía en el año hasta julio, según los documentos presentados.
Después de 2030
La visión de Balhuizen sobre la amenaza que representan los vehículos eléctricos para la demanda de petróleo es que habrá un impacto después del 2030, pero no será un “precipicio”, y que “hay un marco de tiempo más largo para el petróleo de lo que mucha gente piensa”.
La atracción del cobre es más universal, dijo Balhuizen, y el metal tiene “una perspectiva de demanda extremadamente fuerte” en el futuro, basada en la urbanización y el gasto en infraestructura. “La electrificación la impulsará”, gracias a las crecientes aplicaciones del cobre en energías renovables y vehículos eléctricos, agregó.
Mientras tanto, la “base de suministro del metal se contrae y significa un desafío” dada la ausencia de nuevos proyectos y otras limitaciones en torno al suministro de agua y las políticas públicas en los países productores.
Respecto de los clásicos de la vieja economía, el mineral de hierro –el principal generador de ingresos de BHP– y el carbón, Balhuizen dijo que los precios están por encima de su perspectiva a largo plazo, respaldados por reformas industriales y ambientales en China que favorecen las materias primas de mejor calidad.
El mineral de hierro representó aproximadamente el 40% de las ventas de la minera el año pasado, con una parte más o menos equitativa de los ingresos para sus otros tres pilares.
En cuanto a otros metales usados en baterías como el litio y el cobalto, la visión de BHP es que, aunque su perspectiva de demanda es atractiva, los mercados carecen de escala, dijo Balhuizen.
Fuente: Bloomberg