El Instituto de Ingenieros de Minas del Perú conversó con Carlos Bernal, gerente general de la Asociación de Contratistas Mineros del Perú (Acomipe), quien nos brindó declaraciones sobre la situación actual por la que atraviesa el país, así también expresó la afectación que están teniendo las empresas contratistas mineras y sugirió un gran plan de comunicación itinerante para solucionar de raíz conflictos a nivel nacional, como el constante bloqueo del corredor minero.
¿Qué opina de las medidas tomadas por el gobierno central para controlar la situación de conflicto a nivel nacional?
Bueno, las circunstancias ameritaban tomar medidas drásticas respecto a la seguridad, como el estado de emergencia y toque de queda. Sin embargo, ambas medidas tienen que darse con las máximas precauciones y protocolos de ejecución y operaciones por parte de las Fuerzas Armadas y Fuerzas Políticas, pues a la luz de los acontecimientos y evidencias, es inaceptable que se acabe tan fácilmente con la vida de tantos peruanos. Las manifestaciones siguen arreciando y es imperativo tomar la máxima cautela para evitar excesos que agraven más la situación actual.
¿El no haberse anunciado elecciones generales en el mensaje de la nueva presidente alteró los ánimos de la población?
El adelanto de elecciones también es pertinente. El primer mensaje que debió dar Dina Boluarte a la población fue este, que asume porque legalmente le corresponde, pero va a adelantar las elecciones. Yo creo que con eso se apagaba todo fuego. Al no precisar eso en su primer mensaje, surgió el fuego y vinieron los acontecimientos lamentables que hemos tenido en el país.
Lamentablemente, a partir de que hubo dos personas fallecidas, vino este anuncio de adelanto de elecciones. Pero, en fin, ya se está abordando el tema y se ha tenido que explicar los plazos mínimos convenientes para el desarrollo de estas elecciones.
Hay quienes exigen que los comicios se realicen antes del 2024, ¿cómo hacerles entender que eventos de esta magnitud requieren de un proceso?
Ahora, dentro de la falta de información o falta de educación de muchos peruanos, sobre todo en el interior, no se entiende que estos procesos requieren de plazos, pero hay que explicarles, hay que echar a andar una campaña grande de comunicación para poder explicar a la mayor cantidad de personas lo que implica esto.
Aparte de los actores ya conocidos, ¿la convocatoria del Acuerdo Nacional debería incluir a otras voces con mayor o igual reconocimiento?
Pienso que sí y es importante que ese Acuerdo amplíe su base para que sean escuchadas otras organizaciones. Considero que a los entes representantes de los principales estamentos del país podrían sumarse otros que a la fecha no han sido escuchados, pero eso también tiene que ver con la legitimidad que pudieran tener.
Lo importante es escuchar, que el Perú abra el espectro a más representantes, más peruanos que puedan decir algo, ya que, de la manera tradicional, ha habido mucha representatividad en papel, en teoría, pero no se conoce la realidad.
¿Qué podrían aportar aquellas organizaciones legitimadas por la población al Acuerdo Nacional?
Es importante que el gobierno escuche a quienes dicen algo desde la realidad y el conocimiento pleno de lo que se vive en el interior, y no desde Lima, con representantes del Gabinete que podrían hacer bonitos planes, pero inejecutables por estar lejos de la realidad.
Entonces, está bien reabrir el Acuerdo Nacional, pero con mayor participación.
¿Cree que es necesario tomar medidas adicionales para desbloquear el corredor minero?
Yo creo que lo que hay que hacer es un gran esfuerzo en el sector minero, enlazado con otros ministerios, para un plan grande de comunicación.
Nosotros reiteramos lo siguiente: Desde 2017 de manera formal, Acomipe le ha presentado al Ministerio de Energía y Minas (Minem) un Plan de Comunicación Itinerante para el sector minero. Esto significa ir de manera itinerante a todas las zonas de influencia minera y muchas otras donde todavía no se inicia un proyecto ni absolutamente nada, para explicarle a la gente que, en algún momento, se va a instalar ahí una exploración, un campamento, una unidad minera o un proyecto minero, y decirle la verdad de las cosas para no generar expectativas que no van a ser cumplidas.
Esto implica un trabajo conjunto, integrado con todas las organizaciones que formamos parte del sector minero y otras como los gobiernos regionales, provinciales, locales, para que las poblaciones entiendan realmente cómo funciona la minería. De esta manera, recuperar todo el espacio que ha sigo ganado por movimientos antimineros, en un inicio por la onda ambiental, en la cual todos debemos estar involucrados y comprometidos, pero ahora esa figura inicial ha cambiado y se presenta un chantaje.
¿Por qué no se ha ejecutado dicho plan y continúan reiterativamente los conflictos en el corredor minero?
Por la dejadez, la desidia, tanto del gobierno central como otros niveles de gobierno. Y los empresarios hemos dejado pasar esto, hemos sido muy reactivos por años y la política comunicacional ha fracasado. Ahora, cambiar las cosas es bien complicado y hay tanto conflicto porque no se ha sabido comunicar.
Cualquier ser humano para una actividad simple necesita comunicarse bien, imagínese usted para estas cosas. Entonces, nosotros ya hemos hecho la propuesta al Minem, pero no se ejecuta y se ha perdido muchísimos recursos en esfuerzos aislados que no han conducido a nada.
Si no nos integramos como sector, no vamos a llegar a nada. Hay que ser un equipo grande, fuerte, que pueda convocar y ejecutar acciones de comunicación simples, concretas, con lenguaje directo, que la gente entienda, sin sesgos, eso es lo que hay que hacer.
¿Cómo se están viendo afectados los contratistas mineros con la situación actual?
Muchísimo porque cada paralización de un proyecto es paralización de operaciones y afecta a los objetivos y planes de las empresas contratistas. Además, la cartera de inversión está prácticamente parada, lo que se está trabajando son los proyectos antiguos que ya conocemos y algunas ampliaciones, pero no hay proyectos nuevos.
Si se supone que tenemos una cartera de más de 55 mil millones, estamos trabajando a razón del 10% de esa cifra por año. Estamos perdiendo una gran oportunidad, el inmenso potencial que mueve el país.
En realidad, esto afecta a toda la cadena de valor. Si no hay proyecto, no hay compañía minera, no hay proveedores, no hay trabajadores, no hay recursos para las comunidades, nos afectamos todos. Eso es lo que no hemos entendido.
¿Cuántos contratistas estima que están siendo afectados por el actual conflicto?
Por lo menos deben haber afectadas 150 empresas contratistas en las distintas unidades mineras del país. Las paralizaciones que han habido son de operaciones y siempre se rompe la pita por el lado más débil. Las empresas contratistas tienen muchas obligaciones como empresas formales, tienen a trabajadores en planilla y con la responsabilidad de cumplir todos sus derechos sociales y laborales.
Considero que la afectación es enorme y reitero nuestra invocación a la integración del sector, por hacer algo que nos una en una tarea, un plan, un objetivo a largo plazo, pero que en algún momento nos dará la tranquilidad de desarrollar las actividades mineras del país.
¿Cómo se podría atraer nuevos proyectos e inversiones al Perú?
La cartera de proyectos está ahí. La exploración se ha parado hace mucho, no de ahora, pero lo que tenemos que echar a andar son los proyectos que tenemos en cartera.
En el país hay un tema de legalidad y legitimidad. Un proyecto minero puede estar bien armado, con todo su estudio de impacto ambiental y todos los permisos, pero si la gente no quiere, no va el proyecto. Puede ser legal, pero si no tiene aceptación de la gente no va el proyecto y en eso estamos parados, entrampados.
Si ya cuesta tanto hacer una inversión, pasar por todos los permisos, en recursos y dinero, imagínese que se para simplemente porque la gente no quiere. Eso es una muestra de algo tan simple como la falta de comunicar bien, atender a las poblaciones de una manera real, por convicción y no por obligación, eso también es parte del problema.
Fuente: IIMP