- En un contexto de decrecimiento económico, no se descarta la renegociación de contratos de proveeduría en sector minero, aunque los precios de los insumos no presentarían cambios.
Con el objetivo de mitigar los posibles impactos de la recesión económica nacional en la industria minera, Carlos Bernal, gerente general de Acomipe, propuso a los proveedores y contratistas concentrarse en reducir los riesgos de manera integral, poniendo énfasis en el control de costos y reducción de inventarios, evitando cualquier exceso.
“También, el afinamiento de la estructura y eficiencia logística, la minuciosa evaluación y análisis financiero, y la evaluación y proyección permanente del tipo de cambio, pues las valorizaciones de las operaciones en su mayoría son en soles y las fluctuaciones pueden afectar los márgenes de las tarifas”, declaró en entrevista con el Instituto de Ingenieros de Minas del Perú.
Según el ejecutivo, la desaceleración se encuentra dentro de un rango moderado y contrasta con un sector minero cuyo crecimiento y contribución a la economía peruana alcanzó un récord histórico hasta setiembre último, siendo superior a todo lo logrado en 2022, lo que configura un panorama donde no debería haber mayores cambios en la dinámica empresarial.
“Pero, la renegociación de contratos, basados en términos técnicos y económicos, siempre es una posibilidad para equilibrar las condiciones de las partes en el objetivo del beneficio mutuo. Habría que considerar el tema financiero incidido esencialmente por el mercado cambiario, pues los proveedores son retribuidos en soles, pero los insumos de operación rigen en dólares”, dijo.
Empresas comunales seguirán activas
Igualmente, el gerente general de Acomipe calificó de “improbable” que las empresas comunales cierren o suspendan sus actividades en caso de que la desaceleración económica tome mayor intensidad en el país, pues sostuvo que estas tienen cada vez mayor presencia por la fuerza objetiva de contar con proveedores locales y del entorno de los proyectos mineros.
“Además, [las empresas comunales que ofrecen servicios a la minería] han ido mejorando su operatividad y optimizando su administración y gestión empresarial. Lo importante para cualquier empresa, de la índole que fuera, es que tomen las previsiones, logísticas, financieras, técnicas y de riesgos, que cualquier negocio en esta coyuntura debería considerar”, explicó.
Mercado minero no experimentaría cambios
Asimismo, partiendo de la premisa que la desaceleración económica en distintas partes del mundo no es un fenómeno nuevo y el incremento del dólar contribuyó a eso, Carlos Bernal mencionó que los minerales se venden en dólares y los insumos de producción también, por lo que el mercado no tendría por qué experimentar mayores sorpresas o incidencias traumáticas.
“El incremento de los costos de operación se dio principalmente por el alza de los aceros y remuneración de técnicos y operadores. Pero, las tarifas son cada vez son más marginales para las contratistas, incidiendo también en los proveedores. En cualquier circunstancia, siempre es importante velar por el bienestar y sostenibilidad de toda la cadena de valor”, recomendó.
Mejoras remunerativas y de condiciones
Por otro lado, respecto a las posibles repercusiones de la desaceleración económica a nivel de los sueldos percibidos por los colaboradores de empresas proveedoras y contratistas, el vocero de Acomipe refirió que en la dinámica laboral de la industria siempre se realizan negociaciones entre la representación de los trabajadores para mejoras salariales y condiciones laborales.
“[En ese sentido], económicamente, hemos tenido momentos críticos y la actual coyuntura [de recesión] no será la excepción. Permanentemente, la minería siempre demandará una fuerza laboral debidamente preparada y mientras más especializados sean los técnicos y profesionales, tendrán mayores posibilidades de una mejor remuneración”, argumentó el especialista.
Fuente: IIMP