- Antonio Montenegro, gerente general de Activos Mineros, detalla los desafíos de la remediación ambiental y el impacto de la minería ilegal en zonas ya intervenidas.
La empresa estatal Activos Mineros S.A.C. (AMSAC) cumple un rol fundamental en la remediación de pasivos ambientales mineros en el Perú. Bajo encargos específicos del Ministerio de Energía y Minas (MINEM), esta entidad ejecuta proyectos que buscan mitigar riesgos ambientales y proteger la salud pública.
Según explicó Antonio Montenegro, gerente general de AMSAC, la institución ha intervenido en 65 proyectos en 11 regiones del país y ha invertido hasta la fecha más de S/ 1,100 millones. Entre sus áreas de acción destacan Pasco, Áncash, Lima y Junín, zonas con alto impacto ambiental por actividades mineras abandonadas.
“Nuestra ejecución supera el 100% del presupuesto institucional anual, lo que demuestra nuestro compromiso con la recuperación ambiental”, destacó Montenegro.
Minería ilegal, un obstáculo para la remediación
Uno de los principales desafíos que enfrenta AMSAC es la presencia creciente de minería ilegal en zonas remediadas o en proceso de intervención. Esta problemática no solo afecta el medio ambiente, sino que también pone en riesgo la seguridad del personal y los equipos de trabajo.
“En lugares como Pushaquilca, tuvimos que coordinar con el Ministerio del Interior para desalojar a los mineros ilegales y continuar con la remediación”, señaló Montenegro.
Esta situación es frecuente en regiones donde no se realizó una intervención oportuna, lo que permitió que los mineros ilegales ocupen espacios abandonados y degraden aún más el ecosistema. Montenegro advirtió que “la minería ilegal deja destrucción y, a menudo, obliga a volver a intervenir zonas ya remediadas”.
Propuestas para enfrentar los pasivos mineros
Montenegro planteó la necesidad de impulsar una política nacional de remediación ambiental que permita actuar en zonas críticas. Esto incluiría la posibilidad de implementar un mecanismo similar al de obras por impuestos, pero enfocado en pasivos ambientales, permitiendo que empresas privadas intervengan en áreas cercanas a sus operaciones.
Asimismo, el ejecutivo de AMSAC sugirió la reducción de la burocracia para facilitar la toma de decisiones y agilizar las intervenciones: “Se necesita mejorar el marco normativo para dotar de herramientas adecuadas a los funcionarios responsables”.
La remediación ambiental es una inversión
Montenegro insistió en que la remediación no debe verse como un gasto, sino como una inversión en salud pública, desarrollo territorial y sostenibilidad. La falta de recursos para cubrir todos los pasivos registrados por la Dirección General de Minería requiere de estrategias integrales que incluyan al Estado, el sector privado y las comunidades locales.
“Si no actuamos con prontitud, estas zonas seguirán siendo ocupadas por la minería ilegal, lo que complicará aún más su recuperación”, enfatizó.
Perspectivas para los próximos años
Para el año 2028, AMSAC proyecta una inversión aproximada de S/ 500 millones en nuevos proyectos de remediación. Esto refuerza su rol como líder regional en recuperación ambiental, siendo un modelo para otras economías latinoamericanas que enfrentan desafíos similares.
En el caso de Pataz, región que actualmente enfrenta serios problemas de minería ilegal, Montenegro indicó que AMSAC no ha intervenido aún, pero está lista para actuar si recibe un encargo oficial.