pobreza en Perú

(Foto: GEC)

Un organismo de las Naciones Unidas instó a los ministros de finanzas de todo el mundo a conceder a los países pobres exenciones para el pago de la deuda, estimando que la pandemia del COVID-19 y el consiguiente aumento de la inflación y de los costes de endeudamiento habían sumido en la pobreza a 165 millones de personas más.

Según el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD), este aumento significa que más del 20% de la población mundial, unos 1.650 millones de personas, viven ahora con menos de 3,65 dólares al día y tienen dificultades para llevar comida a la mesa.

Los ministros de Finanzas del Grupo de los 20, reunidos en India la próxima semana, debatirán la lucha contra la pobreza, la reforma de las principales instituciones multilaterales y la arquitectura de la deuda internacional.

Achim Steiner, Administrador del PNUD, calificó de alarmante el aumento de la pobreza.

“Lo que esto significa es un gobierno que ya no puede pagar a sus profesores; un gobierno que ya no puede contratar a médicos y enfermeras en los hospitales, que no puede suministrar los medicamentos para los centros de salud rurales”, declaró a los periodistas.

Todos los 165 millones de personas adicionales en situación de pobreza se encontraban en países de renta baja o media-baja, según el PNUD.

Los niveles de pobreza habían descendido gradualmente hasta la pandemia, pero desde entonces han aumentado.

La subida de los tipos de interés ha hecho que los países más pobres gasten ahora el doble o el triple de sus ingresos en el servicio de la deuda que los más ricos, y unas 2,3 veces más en el pago de intereses que en asistencia social.

Steiner dijo que el PNUD pedía una “pausa de la deuda que causa la pobreza” para que los países con los problemas más graves puedan concentrar sus recursos en gastos sociales críticos.

Sería similar a la ya finalizada Iniciativa de Suspensión del Servicio de la Deuda (ISPD) que el G20 puso en marcha para ayudar a los países más pobres durante el COVID-19.

El PNUD calcula que el año pasado 25 países de renta baja gastaron más del 20% de sus ingresos en el servicio de la deuda. Se trata del mayor número de países que han superado ese umbral desde el año 2000 y podría aumentar aún más si los tipos de interés mundiales siguen subiendo.

“La carga de la deuda se ha vuelto insostenible, sobre todo para los países de renta baja”, declaró Steiner.

Eliminar la pobreza es uno de los objetivos de la ONU para hacer frente a algunos de los problemas más arraigados de la humanidad de aquí a 2030.

El secretario general de la ONU, Antonio Guterres, ha pedido una reforma radical del sistema financiero internacional que permita una distribución más equitativa de los recursos.

Según un informe publicado esta semana, casi el 30% de los 92 billones de dólares de deuda pública mundial corresponde a países en desarrollo.

“Necesitamos nuevos mecanismos para anticipar y absorber los choques”, declaró Steiner, añadiendo que mitigar el reciente impacto sobre los pobres del mundo costaría algo más de 107.000 millones de dólares, o el 0,065% del PIB mundial.

Fuente: Reuters