El aluminio tocó el martes un máximo en dos años y medio por encima de US$2.000 por tonelada, impulsado por crecientes preocupaciones sobre recortes del suministro en China y una evaluación optimista de las perspectivas del crecimiento de su demanda en ese país.
La provincia china de Shandong ordenó el cierre de capacidad de fundición por 3,21 millones de toneladas, más que lo previsto, en momentos en que el Gobierno chino intensifica los intentos de reducir la polución en sus industrias pesadas.
Este año, China ordenó a productores de acero y aluminio en 28 ciudades que redujeran la producción durante el invierno boreal para combatir el smog.
“La nueva Ley Fiscal de Protección Ambiental entrará en vigor el 1 de enero del 2018. Marcará un cambio estructural en la política y la tolerancia china hacia las industrias contaminantes, y probablemente resulte en marcados aumentos de precios para muchos metales”, dijo en una nota SP Angel.
El aluminio a tres meses en la Bolsa de Metales de Londres se disparó un 3,4% a US$2.030 la tonelada, su nivel más alto desde diciembre de 2014.
Las importaciones de cobre en China crecieron un 8% interanual en julio por la mayor disponibilidad de crédito, pese a que persistía la preocupación por la actividad manufacturera. El cobre ganó un 1 por ciento y cerró a US$6.480 por tonelada, después de tocar más temprano en la sesión su nivel más alto en dos años y medio a US$6.484.
El zinc cerró con un alza de un 2,3% a US$2.925, tras tocar US$2.929,50 , un pico desde febrero. El níquel avanzó un 2,2% a US$10.630 , tras escalar hasta un máximo desde marzo a US$10.640.
El plomo subió un 0,9%, a US$2.383 la tonelada, después de tocar máximos desde febrero a US$2.392,50. El estaño cerró con una caída del 1,9%, a US$20.210.
Fuente: Reuters