La subida de los precios de los metales puede ser buena para los mineros, pero pone en peligro la transición a las energías limpias, ya que las baterías, los paneles solares y las turbinas eólicas necesitan cantidades considerables de cobre, níquel, cobalto, litio y otros minerales para su fabricación, advierte un informe.
Según la Agencia Internacional de la Energía (AIE), alcanzar los objetivos del acuerdo climático de París supondría cuadruplicar la demanda de minerales para 2040. Sin embargo, la falta de inversión en nuevas minas podría elevar sustancialmente los costes de las tecnologías de energía limpia, señaló el miércoles la AIE.
“Los datos muestran un desajuste inminente entre las ambiciones climáticas reforzadas del mundo y la disponibilidad de minerales críticos que son esenciales para hacer realidad esas ambiciones”, dijo el jefe de la AIE, Fatih Birol, en el informe.
“Si no se abordan, estas vulnerabilidades potenciales podrían hacer que el progreso mundial hacia un futuro de energía limpia sea más lento y costoso y, por lo tanto, obstaculizar los esfuerzos internacionales para hacer frente al cambio climático”, añadió.
Las tecnologías con bajas emisiones de carbono suelen requerir más minerales críticos que sus homólogas de combustibles fósiles. Un vehículo eléctrico, por ejemplo, necesita seis veces más minerales críticos que un coche con motor de combustión interna, según la AIE.
Los precios de muchos de los metales ligados a las nuevas tecnologías verdes ya han experimentado importantes subidas en el último año. La fuerte demanda de China ha hecho frente a las interrupciones del suministro causadas por la pandemia de coronavirus. Otros metales, como el cobre, han experimentado una fuerte acción especulativa, ya que los inversores han apostado fuerte por la transición energética invirtiendo en los metales que la impulsarán.
Los precios del cobre negociados en la Bolsa de Metales de Londres superaron la semana pasada los 10.000 dólares por tonelada por primera vez desde 2011. Los precios del litio en China se han disparado más de un 100% en lo que va de año, según Benchmark Mineral Intelligence. Y es probable que sigan subiendo, según la AIE, ya que la demanda debe crecer más de 40 veces si los países quieren cumplir los objetivos del Acuerdo de París.
Con la puesta en marcha de paquetes de estímulo ecológico por parte de los gobiernos, las ventas de vehículos eléctricos aumentaron un 41% el año pasado, con unos tres millones de unidades vendidas en todo el mundo.
Seguridad energética
Según la AIE, el suministro de algunos metales esenciales está muy concentrado en unos pocos países, lo que plantea problemas de seguridad.
La agencia, creada en la década de los 70 para garantizar el suministro mundial de petróleo tras el primer embargo petrolero árabe, dijo que los minerales críticos han pasado a ser el centro de atención.
“La preocupación por la volatilidad de los precios y la seguridad del suministro no desaparece en un sistema energético electrificado y rico en energías renovables”, afirmó.
La República Democrática del Congo, por ejemplo, produce cerca del 70% del cobalto del mundo. China, por su parte, es responsable del 60% de los elementos de tierras raras.
El procesamiento de metales críticos está aún más concentrado, advierte la AIE, ya que China es responsable de más del 80% del procesamiento de tierras raras, de alrededor del 60% del procesamiento de litio y cobalto, y del 40% del procesamiento de cobre, según la AIE.
Se necesitan más suministros, pero la lentitud de los nuevos proyectos mineros y la cautela de los inversores plantean problemas, advirtió la agencia.
Los nuevos proyectos mineros tardan una media de 16 años en pasar del descubrimiento a la producción y es poco probable que ese plazo se acorte a menos que los gobiernos muestren a los inversores que apoyan el desarrollo de nuevas minas dejando claro que se toman en serio la transición energética, concluyó la AIE.
Fuente: Mining.com