Comunidades del Valle Fortaleza celebraron el Primer Festival del Quenual “Quenua Muruy, Yaku Shamuy”, una jornada significativa que marcó el inicio de una acción colectiva orientada a la recuperación de los ecosistemas altoandinos y a la protección del agua como bien común, reafirmando el vínculo histórico entre las poblaciones andinas y su entorno natural.
A través de rituales ancestrales y del sembrío simbólico de quenuales, especie clave para la regulación hídrica y la conservación de los suelos de altura, las comunidades de Cajacay, Huambo, Ichoca, Raquia y Pararín renovaron su compromiso con la siembra y cosecha de agua como una práctica permanente en el territorio. Esta iniciativa busca fortalecer la resiliencia de los ecosistemas frente al cambio climático y asegurar la disponibilidad del recurso hídrico para las actividades productivas y la vida cotidiana.
Desde Antamina, se acompañó este esfuerzo comunitario mediante la provisión de asistencia técnica, materiales especializados y apoyo al inventario hídrico del Valle Fortaleza, una herramienta fundamental para la gestión sostenible del agua. Este trabajo articulado permite contar con información clave para la planificación territorial, la conservación de las fuentes hídricas y la toma de decisiones basadas en evidencia.
El festival no solo representó un espacio de encuentro cultural y ambiental, sino también un punto de partida para una meta de largo plazo: forestar 400 hectáreas con quenuales, contribuyendo a la restauración ecológica de la zona y al fortalecimiento de la seguridad hídrica. Con estas acciones, comunidades y aliados estratégicos avanzan juntos hacia un modelo de desarrollo que integra conocimiento ancestral, sostenibilidad ambiental y responsabilidad compartida.