(Foto: La República)
La maquinaria de la mina Antapaccay, propiedad de Glencore, dejó de operar la mañana del último viernes. Los trabajadores decidieron parar ante el temor de un posible contagio masivo dentro de la mina.
La noticia de que dos servidores dieron positivo al nuevo coronavirus los puso en alerta y encendió los miedos. Muy temprano acordaron no laborar hasta que la empresa cumplan con los protocolos de seguridad y salud para evitar el contagio.
También el pedido es que se apliquen pruebas rápidas a todos los trabajadores que “salgan de bajada”. El sindicato asegura que la minera no toma pruebas a la salida de empleados .
La empresa, por su parte, negó las denuncias y sostuvo que se cumple estrictamente los protocolos para garantizar la seguridad y salud de los trabajadores. Además, precisó que “todas las medidas implementadas son de índole sanitaria y responden a la implementación de protocolos de bioseguridad necesarios en el marco del COVID-19. Estas medidas garantizan que cada trabajador durante su turno de trabajo cuente con un lugar de descanso independiente para minimizar el contacto con sus compañeros de trabajo”.
Fuente: La República