Anthony Laub Benavides, socio del estudio Laub & Quijandría.

ProActivo

El sector energético está fracturado por la orfandad de una política adecuada y falta de liderazgo, lo que ha devenido en un  desgobierno absoluto en la industria, y que es agravada por las posiciones individuales interesadas de cada uno de los distintos agentes involucrados, afirmó Anthony Laub  Benavides, quien tiene a su cargo la organización del Día de la Energía, a realizarse en octubre próximo.

“Los escenarios son malos, no hay un solo punto relevante, algo bien hecho. Todo es un absoluto desgobierno, y como secuela Tía María es un claro ejemplo de la falta de liderazgo (en el gobierno), y no contar con capacidad de respuesta”, agregó en declaraciones a ProActivo.

“(No es posible) que el Estado sea incapaz de proteger esa inversión, de promocionar los beneficios que brinda a las comunidades y al país en general”, lamentó.

Osinergmin aumenta la regulación

El especialista dijo que en el sector minero energético existen vacíos regulatorios que en vez de ser cubiertos con eficiencia, Osinergmin lo pone mayor regulación.

“Osinergmin juega un rol completamente absurdo desde hace años y ahora ha cobrado una relevancia ‘brutal’ por el inmenso presupuesto que maneja, y lo que genera son vacíos”, se quejó.

“Por ejemplo, en los contratos BOT de distribución de gas natural ya no importa si se hace más inversión de la comprometida dentro del plan de expansión. Sin embargo, se sanciona a empresas que invierten más de lo comprometido y conectan a más gente de lo previsto, y con lo cual se les termina eliminando sus utilidades”, ilustró.

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Minem versus Osinergmin

Laub también precisó que cuando no hay una norma específica del Ministerio de Energía y Minas relacionada al sector, Osinergmin saca su propia normativa y pisa los foros ajenos de ese portafolio.

“Por ejemplo, en el reconocimiento de la potencia firme a las energías renovables, como el MEM no dio trámite al tema, Osinergmin lo hizo cuando sus facultades  son para regular procedimientos de fiscalización e investigación de tarifas, “pero  no para fijar condiciones de mercado”.

Fracaso del “Core Bussines”

El experto recordó el fracaso del denominado “Core Bussines” para fijar las tarifas de transmisión.“Entonces fuimos incapaces de atraer inversión privada en el sector transmisión, por lo cual se le quitó esas funciones y se las delegó a Proinversión para tener contratos BOT”, añadió.

Asimismo, dijo que al regular las famosas tarifas en barra para la generación, no reflejaba las condiciones reales de mercado y hacía proyecciones irreales.

“Cuando el petróleo se fue por encima de los 150 dólares el barril, la tarifa en barra se mantenía en el mismo sitio, con lo cual se generó la famosa disociación entre las tarifas que se cobraban a los usuarios regulados y a los libres”, anotó.

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Señaló que aquello causó un gran perjuicio a las empresas de distribución reguladas, y por lo cual los generadores preferían vender la energía eléctrica a los clientes libres que pagaban más.

Manifestó que lo propio pasa en el mercado de GLP, “probablemente el más manipulado, informal y peligroso que hay en el país, pese a que es el combustible que más se consume”.

“Hay 4 o 5 productores o comercializadores de GLP serios y regulados y más o menos 350 piratas, y Osinergmin solo aprieta a los formales y no hace nada por fiscalizar a los piratas”, lamentó.

Indicó que aquello origina los famosos ruleteos de los envases de GLP, por lo cual una empresa formal es obligada a intercambiar balones de GLP, “a compartir su inversión, su infraestructura con un envasador informal que no invirtió absolutamente nada”.

Sector es mamotreto gigantesco

Recordó que el Osinergmin estaba adscrito al Ministerio de Energía y Minas; y entonces las políticas energéticas se definían siempre con el apoyo de un ente regulador con el que se iba en una sola dirección.

Acotó que ahora Osinergmin como ente autónomo dependiente de la Presidencia del Consejo de Ministros, goza de potestades reguladoras, al igual que Ositran.

“Hoy el sector mineroenergético es un mamotreto gigantesco, regulado por muchísimas más entidades. Pasó de ser regulado por 3 entidades públicas a más de 30”, pormenorizó.

Urge un titular del Minem con liderazgo

El experto consideró que lo ideal para que el sector salga del entrampamiento en el que se encuentra, es urgente tener un ministro con auténtico liderazgo.

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“Un ministro líder sabe perfectamente hacia dónde ir, como ya se ha hecho antes, cuando el sector energía dio muchísima satisfacción, fuimos capaces de darle vuelta a un déficit de generación y de expandir nuestros sistemas de transmisión e incluso exportar energía a Ecuador”, refirió.

Citó que entonces también se tuvo la capacidad de convertir la matriz energética del Perú en una de las más limpias y sólidas del mundo.

“Pero todo eso, hoy se está poniendo en un riesgo completo; estamos concentrando mercados, generando monopolios, desincentivando la inversión, sobreregulando el sector, y cuando hay un problema real, los reguladores se esconden”, mencionó.

Sin embargo, admitió que en todo ese desbarajuste, también tiene responsabilidad el gremio de los privados del sector, “también por falta de liderazgo”.

“Sería injusto echarle solo la culpa al Estado. El sector privado tiene su cuota de culpa. Aquí no hay nadie que se libre”, subrayó.

Comentó que no es posible que 100 vándalos tengan paralizada Arequipa, la segunda región más importante del país y las autoridades “no hagan nada por hacer prevalecer la ley”.

“El cumplimiento de la ley vale cero, ¿acaso Tía María ha incumplido algún procedimiento?, ninguno. Todos los permisos que ha obtenido son legítimos, están bien otorgados.