Antoni Estevadeordal

ProActivo | Antoni Estevadeordal, experto en política comercial, integración económica y cooperación regional en América Latina y el Caribe, Asia y Europa,, resaltó que, actualmente el financiamiento de proyectos para el desarrollo es realizado en su mayoría por la banca nacional y regional, dentro de las cuales se encuentra la Corporación Financiera de Desarrollo S.A (COFIDE).

Agregó que, a nivel mundial, estas entidades ya fondean distintas iniciativas de desarrollo con un mayor número de recursos que el Banco Mundial (BM) y el Fondo Monetario Internacional (FMI).

“En términos de activos, lo nacional representa el 75%. Es decir, a nivel de arquitectura global, los bancos regionales y nacionales son realmente los actores importantes de movilización de recursos para el desarrollo, y obviamente COFIDE está aquí”, mencionó Estevadeordal.

Durante el evento denominado “Banca de desarrollo moderna y su impacto en el desarrollo sostenible del Perú”, organizado por COFIDE y el Banco de Desarrollo de América Latina y el Caribe (CAF), el especialista sostuvo que los acuerdos financieros regionales están creciendo en importancia. “COFIDE se encuentra en un contexto internacional donde se necesita que la banca de desarrollo sea más potente, más moderna, más robusta; y que propicie la colaboración que debe existir entre las distintas instituciones financieras para el desarrollo, a nivel global”, indicó Estevadeordal en exclusiva para ProActivo.

¿Por qué es importante la banca nacional en el cierre de brechas?

El también investigador principal del Instituto de las Américas de Georgetown en conversación con ProActivo explicó que la banca nacional para el desarrollo “es un instrumento clave para el cierre de brechas existentes y poder lograr el desarrollo; sin su contribución, es imposible que con el financiamiento privado o el de las multilaterales se llegue a ese cierre de brechas. COFIDE tiene que jugar este rol”.

De acuerdo con estimaciones realizadas por el G20, se requieren de hasta USD 3 trillones en inversión anual para cerrar las brechas a nivel mundial en sectores como educación, salud, biodiversidad. El especialista en política comercial indicó que esta financiación debería de cubrirse a partes iguales entre los sectores externo y doméstico, y es aquí donde nuevamente la banca nacional cumple un rol fundamental.

“La banca nacional tiene que jugar un papel clave para cubrir esta brecha que viene por el lado doméstico. Los países tienen muchísimos mecanismos para movilizar recursos para sus agendas de desarrollo, pero un actor importante para esta movilización lo tienen que jugar los bancos nacionales, de la misma forma que la banca multilateral lo juega a nivel internacional”, precisó Antoni Estevadeordal.

Para lograr esta recaudación y movilización de capital destinado a iniciativas para el desarrollo, el experto internacional considera que el potencial de financiamiento de entidades como COFIDE debe incrementarse, a fin de optimizar y adoptar nuevos mecanismos de financiamiento.

Asimismo, indicó que la banca nacional no puede trabajar de manera aislada, sino de forma complementaria dentro de un ecosistema regional e internacional.

Estevadeordal agregó que la medición del impacto de las inversiones de entidades como COFIDE es fundamental, a fin de identificar mejores oportunidades para la financiación de proyectos.

Recomendaciones:

Antoni Estevadeordal recomendó que se priorice el financiamiento de iniciativas en sectores donde exista una constante restricción de acceso al crédito, modernizar las operaciones, y que estas entidades integren un sistema de colaboración global y regional. Explicó que bancos como COFIDE deben de innovar y diversificar su portafolio, priorizando las iniciativas que tengan dificultades y/o restricciones para acceder a una financiación crediticia.

Otro de los objetivos de estas instituciones, dijo, debe ser el modernizar sus operaciones y procesos en favor del cliente. “Tienen que ser más bancos que agencias públicas, y por tanto más preocupados por el cliente que por los procesos, los temas administrativos, etc.”, indicó.

Finalmente, consideró que lo ideal es que estas entidades no funcionen de manera aislada, sino como parte de un sistema colaborativo global y regional, con el fin de generar un mayor grado de sostenibilidad financiera en las inversiones de alto impacto.