Arequipa comienza a mostrar signos de recuperación tras la caída económica del segundo trimestre de 2024, en el cual experimentó una contracción del 1.9% en comparación con el mismo periodo del año anterior. Esta disminución se debió, en gran parte, al desempeño negativo de sectores claves como la minería, hidrocarburos, construcción y manufactura. Sin embargo, en los últimos meses, la economía de Arequipa muestra indicios de estabilización, evidenciados por el crecimiento del 1% en la demanda de créditos entre julio y agosto, luego de un año de caídas continuas.
El presidente de la Cámara de Comercio e Industria de Arequipa, Julio Cáceres, resaltó el papel fundamental de la industria minera en la región, que genera más del 30% del Producto Bruto Interno (PBI) regional. Este sector, según el empresario, será uno de los motores clave para la recuperación económica de Arequipa.
El Clúster Minero Sur Andino
Una de las iniciativas que promete dinamizar la economía regional es el Clúster Minero Sur Andino. Este proyecto, que agrupa a 14 empresas mineras y más de 40 proveedores, busca fortalecer el ecosistema de servicios alrededor de la minería, promoviendo el crecimiento de nuevas empresas y generando oportunidades para proveedores locales. El Clúster tendrá su sede en Arequipa, pero su influencia se extenderá a nivel nacional, con el objetivo de crear un ambiente favorable para la minería sostenible y su cadena de suministros.
Con la identificación de las necesidades específicas de las empresas mineras, el Ministerio de Energía y Minas y el equipo técnico del Clúster ya han comenzado a trabajar en la formalización de convenios para el desarrollo de proyectos conjuntos. Se espera que esta iniciativa incremente el aporte de la minería al PBI nacional en un 1%, pasando del actual 2.5% al 3.5%.
Nuevas empresas proveedoras y generación de empleo
El Clúster Minero también impulsará la formación de alrededor de 200 nuevas empresas proveedoras en Arequipa, capacitando a empresas locales para cubrir la creciente demanda de suministros, mantenimiento y otros servicios necesarios en el sector. Julio Cáceres señaló que este proceso de capacitación es fundamental para asegurar que las empresas locales puedan competir y ofrecer soluciones de calidad para las operaciones mineras, contribuyendo así a un desarrollo más sostenible y colaborativo.
Agroindustria y Turismo
Además de la minería, sectores como la agroindustria y el turismo están tomando un rol destacado en Arequipa. El proyecto Majes Siguas permitirá la creación de 120,000 puestos de trabajo adicionales y la expansión de la frontera agrícola con 38,000 nuevas hectáreas de cultivo. Este proyecto, aunque enfrenta desafíos legales con la empresa española Cobra, sigue generando expectativas positivas para el sector agrícola.
En cuanto al turismo, Arequipa espera recibir alrededor de 450,000 visitantes para fin de año, gracias a la recuperación del flujo turístico que se ha visto favorecido tras la pandemia y la mejora en las condiciones sociales. Con una tasa de crecimiento del 42% comparado con el año pasado, el turismo se posiciona como otro de los motores de la economía regional.
Energías Renovables
El potencial energético de Arequipa es significativo, particularmente en el campo de las energías renovables. Según Cáceres, se han proyectado 15 nuevos proyectos de energías renovables, incluidos ocho de centrales solares fotovoltaicas con una inversión de aproximadamente 1,300 millones de dólares. Estas iniciativas convertirán a Arequipa en un centro energético estratégico, generando un total de 1,631 MW de energía.
La región cuenta con un gran potencial en energía solar y eólica, y los proyectos se desarrollarán en zonas como La Joya, Mollendo y Mariano Nicolás. Cáceres resaltó la necesidad de acompañar a los inversionistas para facilitar la ejecución de estos proyectos, los cuales también contribuirán a cubrir el creciente déficit de energía en el sur del país.
Sector Inmobiliario y Construcción
A pesar de los avances en minería, turismo y agroindustria, el sector construcción enfrenta obstáculos. La falta de aprobación del Plan de Desarrollo Metropolitano (PDM) ha limitado las inversiones en el sector inmobiliario, bloqueando proyectos valorados en cerca de 700 millones de dólares. La aprobación del PDM es esencial para liberar las inversiones en vivienda social y dar un impulso al sector construcción, que ha estado estancado en los últimos años.
Además, el retraso en el desarrollo del sector ha fomentado la proliferación de viviendas informales. Con la aprobación del PDM, se espera que el precio por metro cuadrado en sectores A y B se mantenga en alrededor de 1,800 dólares, mientras que en las viviendas sociales de sectores C y D el precio se estabilizaría entre 500 y 600 dólares.