La creciente producción de gas no convencional en la formación Vaca Muerta de Argentina está a punto de provocar un cuello de botella en el transporte, lo que despertó el interés de dos empresas para invertir en un gasoducto recolector en el área, dijeron fuentes a Reuters.
Vaca Muerta, una de las formaciones de hidrocarburos no convencionales más importantes del mundo, es una de las mayores apuestas de Argentina para revertir un costoso déficit energético, pero aún necesita de fuertes inversiones para explotar su potencial.
TGS, una de las dos empresas líderes del país en transporte de gas, invertiría unos US$800 millones en la construcción del gasoducto y de una planta de tratamiento del combustible, con el objetivo de adecuar el hidrocarburo que sale del pozo a las especificaciones necesarias para que sea inyectado al tubo troncal.
El nuevo gasoducto de captación tendría una capacidad inicial de 4 millones de metros cúbicos que podría ampliarse hasta 35 millones de metros.
“Los productores siempre dicen que para los próximos resultados (exploratorios) de Vaca Muerta de ‘shale’ y de ‘tight’ gas va a hacer falta un gasoducto. Un gasoducto de captación”, dijo a Reuters una fuente de TGS que prefirió que no se revelara su identidad.
Fuente: América Economía