La Asociación de Contribuyentes del Perú, elaboró un estudio basándose en el Índice de Rigurosidad de Respuesta Gubernamental COVID-19 (GRSI) de la Universidad de Oxford. Este sostiene que Perú presenta un alto índice de rigurosidad de 97.35 puntos (de 100). Sin embargo, las medidas impuestas por el gobierno peruano no van de la mano con sus resultados.
Con más de 200 mil casos confirmados de COVID-19 y una tasa de mortalidad de 2.81%, Perú se ubica en la categoría de países con más índice de rigurosidad junto con España (83.33), Rusia (78.24) y Francia (76.85). Estos países presentan tasas de mortalidad superiores al 15%. Mientras que, los países menos rigurosos (Corea del Sur y Taiwán), tienen una tasa de mortalidad de 2.35% y 1.58%, respectivamente. Lo alarmante del caso peruano es el exceso de mortalidad respecto del promedio histórico entre 2015-2019 que es de 103%, 12, 100 muertes. Más de lo habitual y cifra superior a lo que el MINSA registra como decesos COVID-19.
Estas medidas han causado severas pérdidas reflejadas al comparar el PBI del I trimestre del año respecto al IV trimestre del 2019. Francia y España, los más golpeados por el virus, presentan una contracción del producto de 5.8% y 5.2%, respectivamente. En Perú, la economía cayó en 14.3%; en menor medida, Taiwán (-1.40% vs. IV Trimestre 2019) y Japón (-0.90% vs. IV Trimestre 2019).
Jose Ignacio Beteta, presidente de la Asociación de Contribuyentes del Perú, afirma que la mayoría de países ha reanudado sus actividades rápidamente con el fin de que su economía se reactive y haya menos ciudadanos desempleados. “Los países no van a poder sostenerse a base de deuda o subsidio. Los mismos ciudadanos deben empezar a producir y generar riqueza”, precisó.
Según el estudio, la reducción del PBI peruano se debe a los desfavorables resultados de los sectores: pesca y acuicultura con (-15,3%), construcción (-13,3%), alojamiento y restaurantes (-10,6%), y Comercio (-6,2%). Estas reflejan la actividad a un 40 % de su capacidad y en otros casos paro total resultado del Estado de Emergencia.
Asimismo, se considera que, en el I trimestre del año, la población ocupada se contrajo en 30.5% en el sector construcción; 27,3%, en manufactura; 25.1%, en servicios; y 20.9%, en comercio. Marcel Ramírez, economista y director de la Asociación, afirmó que para el II trimestre se espera indicadores más negativos, debido a que las restricciones estuvieron vigentes durante todo el mes de abril y mayo”.
Respecto a la Inversión Pública, cayó en 57% en el mes de abril 2020 (respecto al 2019) y en 74% en el mes de mayo, determinando los más grandes retrocesos de los últimos tiempos. De igual manera, el nivel de pobreza monetaria aumentaría a 29.5%, retrocediendo lo que se había logrado en una década, que incluye personas informales, independientes con nivel educativo de secundaria incompleta, primaria incompleta, que trabajan en el sector de servicios, comercio, manufactura, construcción, turismo, hotelería y restaurantes.
Recomendaciones de la Asociación de Contribuyentes del Perú:
ACELERACIÓN DE FASES DE REANUDACIÓN: Las fases de reanudación deben ser mucho más breves, en atención al acelerado proceso de empobrecimiento que sufre nuestra clase media y el sector formal de la economía.
PROTOCOLOS Y SUPERVISIÓ: Los protocolos sanitarios deben diseñarse en función al sector productivo y al tamaño de la empresa, de forma más personalizada, y evitando excesos. Se espera además que, en los siguientes meses, las entidades responsables de supervisar y fiscalizar a los contribuyentes, actúen de acuerdo a ley, con un espíritu de acompañamiento, promoción, y no de obstaculización.
INCENTIVOS A LA EMPRESA: Se debe incorporar mecanismos que permitan a las empresas privadas crear sus propios lineamientos, respetando las medidas sanitarias básicas. De esta manera, se garantizará una reactivación económica más rápida (esto aplica para cines, centros comerciales, teatros y otros).
REANUDACIÓN INMEDIATA DEL COMERCIO MENOR FORMAL: Librerías, ferreterías, tiendas de electrodomésticos, calzado, ropa, concesionarios o centros de reparación de autos, servicios de correo, operadores logísticos, entre otros comercios menores deben reanudar actividades económicas inmediatamente. En estos espacios se pueden aplicar todas las medidas sanitarias básicas y su reapertura no implica mayor riesgo que el de servicios que hoy están abiertos como bancos, farmacias y supermercados.
EDUCACIÓN (COLEGIOS Y UNIVERSIDADES): Se debe evaluar el inicio de clases de colegios privados y estatales en grados en los que el aforo por aula es mínimo o por turnos. Esta medida está orientada a padres que trabajan en primera línea, han sufrido pérdidas económicas fuertes y requieren de una mayor disponibilidad de tiempo para trabajar, no tienen un adulto mayor en casa, no disponen de personal de cuidado, o cuyos hijos requieren cuidados o enseñanza especiales.
PARÁMETROS REGIONALES O DISTRITALES: El gobierno, en coordinación con el MINSA, debería segmentar las fases de reanudación por regiones y distritos. La experiencia internacional, por ejemplo, promueve una mayor rapidez en la reactivación por zonas según disponibilidad de camas UCI, número de nuevos casos, comparación de tasa de contagios y mortalidad, permitiendo así que zonas o sectores de alta productividad no sigan paralizados y se active el empleo de una forma más rápida.
Todas estas recomendaciones implican el compromiso del sector privado formal de respetar las normas sanitarias básicas, cuidar a sus colaboradores y demostrar un nivel de responsabilidad acorde con la gravedad de esta crisis.