El Banco Mundial destacó hoy que el Perú tiene un buen manejo de la política monetaria y descartó que un ajuste fiscal genere preocupación, en un contexto en el cual la región de América Latina y el Caribe empieza a recuperarse tras seis años de desaceleración.
El economista jefe del Banco Mundial para la región, Carlos Végh, presentó el último informe semestral, “Entre la espada y la pared: La encrucijada de la política monetaria en América Latina y el Caribe”.
En el documento se explora el potencial de la política monetaria para apoyar el crecimiento, sin arriesgar difíciles logros obtenidos en la batalla contra la inflación.
“Respecto a Perú creo que las cosas en general se han hecho bien, Perú ha sido uno de los países que ha seguido un poco el ejemplo de Brasil, primero ha subido la tasa de interés (de referencia) y después la ha bajado”, dijo Végh respecto a la política monetaria.
El Banco Central de Reserva del Perú (BCR) elevó la tasa de referencia hasta 4.25% durante el 2016, para luego bajarla gradualmente a 3.5% en setiembre de este año, a fin de estimular la economía del país.
Asimismo, el economista jefe del Banco Mundial para América Latina y el Caribe, descartó preocupación alguna para la economía peruana respecto a la reciente ampliación del déficit fiscal para hacer frente a los mayores gastos en infraestructura tras el impacto de las lluvias de El Niño costero.
En agosto último, el Congreso de la República aprobó aumentar el déficit fiscal de 2.5% a 3% para este año y de 2.3% a 3.5% para 2018, con una reducción gradual hasta el 2021 para situarse en 1% del Producto Bruto Interno (PBI).
“Claro que se va a necesitar un ajuste fiscal como en todos los países, pero no veo ninguna razón de preocupación inmediata para Perú”, afirmó Végh.
Perspectivas para la región.
De otro lado señaló que se espera América Latina y el Caribe, tras sufrir una contracción de su PBI de -1.3% en 2016, crezca 1.2% en 2017 y 2.3% en 2018.
Asimismo, a nivel de la subregión de Sudamérica, luego de retroceder -2.9% en 2016, se espera que en 2017 avance 0.6% y 2.2%, un crecimiento impulsado principalmente por Argentina y Brasil.
En el caso de Perú, según el Consensus Forecasts, crecerá este año 2.7% y 3.8% en 2018.
Nuevos motores de crecimiento
Végh explicó que la región ya no va a tener un impulso importante de factores externos como los precios de los commodities, porque se ve un panorama estable global, por lo que tendrá que buscar motores de crecimiento internos.
“Sin un rol determinante por parte de los motores externos de crecimiento, tales como los altos precios de commodities, la región tendrá que depender de sus propias fuentes de crecimiento”, dijo.
En ese sentido, consideró importante llevar a cabo reformas en educación, laborales, mayor inversión en infraestructura y un buen manejo fiscal.
El informe revela que 28 de los 32 países de la región mostrarán un saldo fiscal global negativo en 2017. Las tasas de deuda promedio se calcula que se situarán en 58.7 por ciento del PIB, con seis países con tasas superiores al 80 por ciento.
Finalmente, indicó que la reciente serie de desastres naturales en la región sólo aumentará las presiones fiscales existentes debido a las significativas pérdidas.
“Si bien es cierto que los países de la región todavía necesitan hacer ajustes fiscales para adaptarse a la nueva realidad tras la bonanza de los commodities, muchos países tienen razón en hacerlo gradualmente y así evitar una nueva recesión”, dijo Végh.
“Esto naturalmente tiende a poner más de la carga sobre la política monetaria para ayudar a reactivar la economía”, agregó.
Dilema en la política monetaria
El informe identifica un dilema crítico de política monetaria que enfrentan los países de América Latina y el Caribe.
Los países industrializados pueden reducir las tasas de interés para estimular la economía sin preocuparse por la depreciación de la moneda, el aumento de la inflación o la inestabilidad macroeconómica.
En cambio, esta política monetaria contracíclica no es una opción tan fácil en la región, prueba de ello es que varios países de América del Sur siguen siendo procíclicos.
Si bien aumentar las tasas de interés en malos tiempos ayuda a prevenir la depreciación de la moneda y mantener la inflación bajo control, en última instancia, también debilita la economía.
¿Cómo pueden los mercados emergentes como los de América Latina resolver esta encrucijada fundamental de la política monetaria?
La respuesta, según el informe, es tener independencia del banco central, bajos niveles de dolarización y credibilidad en los mercados.
“Esta es una situación que toma tiempo, pero que ya permite que países como Chile adopten políticas monetarias contracíclicas durante los períodos de recesión económica sin el temor de potencialmente empeorar las cosas para los más vulnerables”, señala el Banco Mundial.
El informe también señala que otros instrumentos financieros, como la reducción de los requisitos de reservas legales para estimular la economía en malos tiempos, han demostrado ser útiles en países todavía procíclicos.
“Estas medidas pueden ayudarles a responder de forma contracíclica a una desaceleración”, puntualizó.
En este gráfico mostramos algunas características de las políticas procíclicas y contracíclicas #Perspectivas2018 pic.twitter.com/s5XMjYGh3Y
— BancoMundial ALatina (@BancoMundialLAC) 11 de octubre de 2017
Fuente: Andina