El un nuevo reporte de expectativas el Banco Mundial mantuvo su proyección de crecimiento de nuestro país en 3.8% para el presente año, con lo cual se mantiene como unas de las economías que más crecerá en Sudamérica.
Según el reporte “¿Cómo afecta el ciclo económico a los indicadores sociales en América Latina y el Caribe? Cuando los sueños enfrentan la realidad”, el Perú será el de mayor crecimiento dentro de la Alianza del Pacífico.
El informe reportó que el país que liderará el crecimiento en Sudamérica será Guyana (4.6%), seguido por Bolivia (4%), Perú (3.8%), Paraguay (3.6%), Chile (3.5%), Colombia (3.3%), Brasil (2%) y Surinam (2.0%).
Luego están Uruguay (1.8%), Ecuador (0.1%), Argentina (-1.3%), y Venezuela (-25%).
América Latina
En cuanto a América Latina, se espera que la región crezca un 0.9% en el 2019 (excluyendo Venezuela, el crecimiento sería de 1.9%). Menos a la proyección anterior de 1.6%.
Ello porque las tres economías más grandes de la región (Brasil, México y Argentina) crecerían muy poco o nada en el 2019 y el PBI de Venezuela seguirá contrayéndose a dos dígitos.
“Un entorno externo complicado agregará vientos en contra adicionales. Esto incluye una caída en los precios de las materias primas registrada a finales de 2018, un crecimiento más lento de los principales socios comerciales de China y tasas de interés internacionales más altas”, dijo Carlos Végh, Economista Jefe del Banco Mundial para la región.
Sudamérica creció 0.1% en 2018 y se espera que crezca apenas un 0.4% en 2019. Centroamérica creció 2.7% en 2018 y se espera que avance un 3.4% en 2019 mientras que la región del Caribe creció 4.0% en 2018 y se espera un 3.2% de expansión para 2019.
“El escaso crecimiento económico está teniendo un impacto predecible en los indicadores sociales. Brasil experimentó un aumento de la pobreza monetaria de aproximadamente tres puntos porcentuales entre 2014 y 2017”, remarcó el reporte del Banco Mundial
Sin embargo, señaló, es importante distinguir entre los efectos cíclicos en los indicadores sociales y los efectos estructurales.
“Los factores cíclicos tienen un gran impacto en las tasas de desempleo, mientras que los factores estructurales son mucho más importantes para los indicadores de necesidades básicas insatisfechas, como vivienda, educación y saneamiento”, enfatizó.
Afirmó que en un escenario complejo como el actual, las políticas redistributivas son aún más importantes.
Programas sociales
En ese sentido, destacó que la mayoría de los países de la región ya cuentan con sofisticados sistemas de transferencias monetarias condicionadas destinadas a reducir la pobreza a largo plazo (e intergeneracional).
Ello proporcionando recursos a la población más pobre a cambio de cumplir con ciertos criterios relacionados con salud y educación.
“Programas como el seguro de desempleo también podrían contribuir en gran medida a limitar el aumento de la pobreza durante las crisis económicas”, puntualizó.
Fuente: Andina