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Deicy Sánchez es una profesional que integra el grupo de 18 jóvenes que han obtenido una beca en el extranjero para llevar estudios de maestría, que hoy se denomina “Alberto Benavides de la Quintana” ALAC/Yanacocha. Esta oportunidad les permite estudiar en universidades de Estados Unidos, Francia, así como en otras reconocidas de nuestro país. El programa apuesta por el talento local y cierra un círculo virtuoso cuando regresan a Cajamarca para aplicar lo aprendido en beneficio de su tierra.

¿Cómo marcó tu vida profesional y académica el haber accedido a la beca en los EE.UU. del programa de becas Cajamarca?

Siempre he sido inquieta y con muchas ganas de innovar, sobresalir y a nivel profesional desarrollar mejores técnicas en temas minero-ambientales. Por ello cuando escuché del Programa de Becas Cajamarca, vi una oportunidad única por la cual tenía que luchar. Digo luchar, porque fue muy difícil acceder a esa beca.

Aparte del tema académico y la experiencia profesional que reunía, una de mis limitantes era el inglés. Era el 2012 y viajé por primera vez a los Estados Unidos; el aprender el idioma, estudiar una maestría y vivir allí prácticamente 3 años, me cambió la vida. No solo era las muchas puertas que te abren el idioma o los contactos que haces, sino también el ritmo de vida que llevas allá, la dedicación tan exclusiva a la investigación y rodearte de personas que dedicaban su vida a ello. Todo eso se vive y te deja una experiencia inolvidable.

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En el 2015 regresé al Perú y sigo con las mismas ganas de seguir investigando y trabajando en temas minero ambientales pero además compartiendo las experiencias y conocimientos aprendidos durante mi programa de maestría. Actualmente trabajo en una empresa minera y gracias a las clases de tiempo parcial que desarrollo en la universidad y a mis estudiantes, podemos desarrollar investigación minero- ambiental enfocada a cierre de minas y PAMs.

¿Qué condiciones o requisitos debe tener un joven cajamarquino si quiere superarse y acceder a estas becas?

Aparte del tema académico, que es un proceso continuo, creo que lo más importante es la pasión que tengas por tu trabajo y por Cajamarca. En mi caso, pertenezco a una de las provincias más impactadas por la minería y los Pasivos Ambientales Mineros (PAMs). A diferencia de muchas personas, para mí, la minería es sinónimo de crecimiento económico y desarrollo siempre que se tenga un especial cuidado con el medio ambiente.

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Estoy convencida que se puede lograr una simbiosis entre agricultura, ganadería y minería. Al igual que don Alberto Benavides creo que la minería es el puente de desarrollo entre la sierra y la costa. Cuando alguien tiene esa pasión, encuentra las herramientas y los medios necesarios para sacar adelante su trabajo y por ende a Cajamarca.

Háblanos sobre tu proyecto y la experiencia que presentarás en esta edición de PERUMIN, danos detalles sobre lo que trata y porqué es relevante en el sector

Como decía al inicio de la entrevista, siempre me ha preocupado el tema de cierre de minas y Pasivos Ambientales Mineros. Mi provincia de Hualgayoc es una de las más impactadas por los PAMs, por ello desde que empecé a trabajar en remediación ambiental busqué técnicas más económicas para el cierre.

En nuestro país tenemos alrededor de 8,616 PAMs (El Comercio, 2015) y no se tiene mucho presupuesto para el cierre de los mismos, por ello mi investigación se centró en buscar técnicas más económicas para el cierre de PAMs.

Cuando estuve en Estados Unidos, iniciamos un proyecto de biorremediación aplicada a relaves mineros de uno de los Superfund más grandes que tienen allá (Anaconda).
Para la remediación con métodos convencionales (Capping), una hectárea cuesta unos 1.3 millones de dólares (Berti & Cunningham, 2000). Sin embargo, la biorremediación usando bacterias y enmiendas específicas demandaría un gasto de 80 mil dólares la hectárea. La naturaleza es tan sabia que activa mecanismos propios capaces de mejorar las condiciones ambientales, nosotros en nuestra investigación, solo las pusimos de manifiesto y la aplicamos y nos dio buenos resultados.

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¿Cuál es tu visión de la minería para Cajamarca?

Don Alberto Benavides de la Quintana, solía decir que la minería es el puente de desarrollo entre la sierra y la costa. Estoy convencida, además, que la actividad minera en Cajamarca llevada con responsabilidad socio-ambiental será el motor de crecimiento económico que repotenciará las actividades de agricultura y ganadería en nuestros sectores rurales. Tenemos que seguir trabajando con todos los actores sociales y económicos este tema y sobre todo las empresas que actualmente laboran tienen que demostrar con el ejemplo que una minería llevada con responsabilidad es capaz de transformar a un pueblo, una región y un país.