La minera global BHP, considerada la mayor del mundo por capitalización de mercado, ha dejado en claro que su estrategia actual se centra en el crecimiento orgánico de sus operaciones de cobre, lo que la hace poco probable candidata a interferir en la reciente fusión de 53,000 millones de dólares entre Anglo American y Teck Resources. Según analistas e inversionistas, este movimiento consolida un nuevo gigante del cobre con sede en Canadá, mientras BHP fortalece sus propios proyectos.
El martes 9 de septiembre de 2025, Anglo American y la canadiense Teck Resources confirmaron la segunda fusión más grande en la historia de la minería, creando un nuevo líder global enfocado en el cobre. La operación llega poco más de un año después de que BHP desistiera de una oferta de 49,000 millones de dólares por Anglo American, tras ser rechazada en tres ocasiones.
La decisión de Anglo y Teck refuerza la tendencia de consolidación en el sector, motivada por la creciente demanda de cobre, considerado un mineral clave en la transición energética mundial y en el desarrollo de energías limpias.
La estrategia de BHP
En lugar de insistir en adquisiciones de gran escala, BHP ha decidido apostar por proyectos medianos y expansión interna. Durante el último año, destinó 2,000 millones de dólares a adquirir participación junto a la canadiense Lundin Mining en dos proyectos cupríferos en Argentina, incluyendo la mina Josemaría, cuya vida útil se extendió recientemente en seis años.
De igual forma, la compañía ha intensificado esfuerzos para aumentar la producción en Escondida, ubicada en Antofagasta, Chile, reconocida como la mina de cobre más grande del mundo. Este enfoque busca generar valor sostenible en el largo plazo y reforzar el liderazgo de BHP en el suministro de metales estratégicos.
El propio CEO de BHP, Mike Henry, señaló en agosto: “Francamente, en los mercados actuales es difícil encontrar la combinación adecuada de materias primas y calidad de activos a un precio que genere valor atractivo para los accionistas de BHP”.
Más allá de la estrategia empresarial, BHP atraviesa un cambio de liderazgo que podría limitar el apetito por operaciones de alto riesgo. En marzo, Ross McEwan asumió como presidente en reemplazo de Ken MacKenzie, mientras que Henry se encuentra en su sexto año de gestión, un periodo que en la industria minera suele anticipar transiciones.
La reorganización interna sugiere que, al menos en el corto plazo, la prioridad de BHP será consolidar su sucesión de liderazgo y optimizar su portafolio existente, más que lanzar nuevas ofertas de adquisición.
Oportunidades
A pesar de las proyecciones, algunos banqueros de inversión advierten que no puede descartarse completamente una jugada de BHP a futuro, especialmente si la fusión Anglo-Teck encuentra obstáculos regulatorios o de integración.
Un analista señaló: “Tienen tiempo; un acuerdo no tiene que cerrarse mañana. Si la operación falla, BHP tendría que analizar seriamente las oportunidades que se abran”.
Por ahora, las acciones de Anglo American han subido un 20% desde abril tras la noticia del acuerdo, mientras que las de BHP han retrocedido un 8%, reflejando cómo el mercado percibe los distintos enfoques estratégicos de las mineras.