Renzo Ricalde, gerente del proyecto San Gabriel

ProActivo | El proyecto San Gabriel propiedad de la peruana Buenaventura, tiene un avance del 75% en su construcción y con una inversión de 650 millones de dólares contribuirá a reactivar la economía local y establecer un modelo de desarrollo sostenible en colaboración con las comunidades aledañas.

El proyecto San Gabriel, propiedad de Buenaventura, actualmente es el único en construcción y se encuentra en una ubicación desafiante a 5,000 metros sobre el nivel del mar, en el distrito de Ichuña, provincia de Sánchez Cerro, en Moquegua.

Según Renzo Ricalde, gerente del proyecto, “San Gabriel viene a ser la columna vertebral de la producción de Buenaventura para los siguientes años, aprovechando la coyuntura actual del precio del oro”. Así lo afirmó en el marco del Networking Cocktail “Planes y proyectos de San Gabriel para el 2025”, organizado por la Cámara de Comercio Canadá Perú.

Con un estimado de 13 millones de toneladas de recursos, una ley de 5.6 gramos por tonelada y una producción prevista de entre 110,000 y 150,000 onzas de oro anuales, San Gabriel tiene el potencial de realizar una significativa contribución a la economía local y nacional. Ricalde destacó en declaraciones recogidas por ProActivo que “el CAPEX estimado de la obra es de 650 millones de dólares”, lo que subraya la magnitud de la inversión y el impacto esperado en la región.

Ver también:  Herramientas tecnológicas para la sostenibilidad económica, ambiental y social

Un aspecto fundamental del proyecto es su relación con las comunidades locales. “Nos desarrollamos en un área de influencia con dos comunidades importantes, la comunidad de Corire y la comunidad de Oyo Oyo, que forman parte del área de influencia directa”, explicó Ricalde. Buenaventura ha establecido un acuerdo social robusto con estas comunidades, que incluye la implementación de proyectos de infraestructura, como plantas de tratamiento de agua potable y residuales, así como programas de empleo local. “Tenemos alrededor de 5,400 personas trabajando en la obra, de las cuales 1,115 son moqueguanas”, añadió el gerente.

La historia del proyecto San Gabriel es una de perseverancia y adaptación. Desde su adquisición inicial en 2003 por Gold Fields hasta su transformación en un proyecto viable subterráneo, Ricalde destacó que “ha tomado prácticamente 22 años de esfuerzo poder completar el proyecto”. A pesar de los desafíos, como la baja calidad del macizo rocoso y los altos costos operativos, el proyecto ha logrado avanzar significativamente, con un avance general del 73%.

Ver también:  Karim Batallanos es nombrado Gerente General de Compañía Minera Antapaccay

Estamos con bastante expectativa de poder concluir la construcción de la mina para el tercer trimestre del 2025 y poder iniciar operaciones el cuarto trimestre del 2025”, dijo Ricalde a ProActivo.

En cuanto a las tecnologías empleadas, Ricalde mencionó que “hemos implementado una planta de relaves filtrados, lo que reduce el contenido de humedad y permite un depósito más seguro”. Esta innovación es parte de un enfoque más amplio hacia la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente, en línea con las políticas de Buenaventura.

Como parte de las innovaciones, el gerente del proyecto San Gabriel reveló a ProActivo que la planta de relave filtrado, está alineada con las políticas del medioambiente, “en Buenaventura hemos conceptualizado la planta de relave filtrado de manera de poder manejar el relave, reducir la cantidad de humedad, y depositarlo de una manera segura, versus la manera convencional de poder manejar los relaves”.

Ver también:  Julia Torreblanca: Queremos tener más mujeres listas para postular a vacantes que se presentan en las empresas (Exclusivo)

Dijo que con esta solución atiende también el tema de límite de espacio. “Ahora no tenemos mucho espacio para poder colocar relaveras. Así que esto nos ha ayudado a poder dimensionar correctamente esta relavera, y también, asociado al aprovechamiento del agua. El agua que reducimos del relave, la reusamos para poder utilizarla en otros propósitos”, manifestó.

Al hablar sobre el futuro, Ricalde se mostró optimista: “La idea es poder trabajar, digamos, en conjunto con nuestros aliados en la construcción, con nuestros proveedores, para poder poner el proyecto en operación a finales del 2025”. Con la primera barra de oro programada para ser extraída en el cuarto trimestre de este año, San Gabriel se posiciona como un proyecto clave para Buenaventura y el desarrollo sostenible de la minería en Perú.